Con las aguas todavía revueltas por el fuerte embate que significó la victoria de Cambiemos sobre Cristina Kirchner, los intendentes del PJ se sumergirán en el inevitable debate sobre la reorganización del partido y la impronta que debería asumir frente a la actual coyuntura, que muestra a un oficialismo en su clímax de aprobación popular.
En este marco, ya hay dos anotados para presidir el PJ bonaerense, en reemplazo de Fernando Espinoza (quien está en uso de licencia): el intendente de Moreno, Walter Festa, y su par de Merlo, Gustavo Menéndez.
El debate no es menor, ya que tiene que ver con el perfil del peronismo bonaerense en su relación con el Gobierno.
Mientras que el sector de intendentes kirchneristas del llamado “grupo Patria”, entre los que se encuentra Festa, alientan que el partido se plante con una postura más combativa y de oposición sin medias tintas al Gobierno de Mauricio Macri, el ala más blanda de intendentes se inclina por un formato más moderado, que privilegie la gobernabilidad en los distritos donde gestionan.
“Ahora empieza una ronda donde cada uno planteará qué es lo que quiere para el partido. La discusión es si va a haber un peronismo light o un peronismo que enfrente a este modelo.
Nosotros no tenemos ninguna intención de que el partido sea la pata peronista del Gobierno”, señalaron a NA fuentes cercanas a uno de los intendentes del sector más duro.
“Ninguna desavenencia entre dirigentes que tenemos por divisa la grandeza nacional puede impedir juntarnos de cara al 2019 para ponerles freno a este brutal ajuste y a la entrega de la dignidad nacional orquestada y ejecutada por este gobierno de CEOs”, destacó Festa en una “Carta Abierta al peronismo”.