En caso de ser hallado culpable en un futuro juicio oral, con esa calificación, Villar Cataldo podría recibir una condena de entre 10 y 25 años de prisión.
Según publica el Diario Popular, en la resolución, el juez Luchelli Ramos rechazó un pedido de sobreseimiento y el cambio de calificación a “legítima defensa” que había propuesto la defensa del médico, a cargo del abogado Diego Szpigiel.
Además, el juez dispuso que se acepte como particular damnificada en la causa a Silvia Krabler, la madre del ladrón que terminó muerto en el hecho.
El abogado Szpigiel informó que ya apeló la decisión del juez ante la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Martín y adelantó que, en el caso de que la causa llegue al debate, solicitará que el médico sea sometido a un “juicio por jurados”.
“El juez lo manda a juicio porque considera que se da un cuadro de duda que debe resolverse en la etapa de juicio”, afirmó.
Respecto al cambio de calificación, el abogado señaló que el juez Luchelli Ramos “lo rechaza porque dice que como no está en juego la libertad, no se tiene que abocar a resolverlo”.
Si bien, tanto en la causa como públicamente, Villar Cataldo siempre declaró que corrió riesgo su vida y tuvo que matar al ladrón, la fiscal Mayko nunca le creyó y así lo dejó plasmado en su requerimiento de elevación a juicio.
“Cuando el encartado decidió disparar contra Krabler ya no estaba en riesgo su vida, sino sólo el derecho de propiedad que tenía respecto de un automóvil asegurado. Su conducta entonces devino desmedida, puesto que en su afán de retener su automóvil ha afectado el bien jurídico de más valor, es decir la vida”, señaló la fiscal.
El imputado declaró que siempre que sacaba el auto, “por seguridad”, dejaba en el cantero de la reja de la vivienda su pistola”, pero la fiscal cree que el médico ya tenía el arma encima cuando le fueron a robar.
El hecho ocurrió el 26 de agosto de 2016, minutos antes de las 20:00, cuando el médico se retiraba con su Toyota Corolla del consultorio de la calle Ombú 6865, de Loma Hermosa, cuando fue abordado por un delincuente, luego identificado como Krabler.
Según la causa, el asaltante le dio un culatazo en la cabeza, se subió al vehículo con fines de robo y terminó muerto de cuatro balazos efectuados por el imputado con una pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros.