Aclaró que, de ese total, unos 500 son del sector alimenticio, mientras otros 100 son “tercerizados” en rubros como limpieza y mantenimiento.
“Los únicos que fueron reincorporados fueron los empleados administrativos, número de personas que se encuentra por fuera de esos 600 a los que nosotros siempre nos referimos”, apuntó.
Por ello, la semana pasada los trabajadores realizaron una manifestación en la planta de Mar del Plata, a la espera de la instancia judicial en la cual la empresa deberá dar explicaciones respecto del motivo del cierre y sus finanzas.
“La compañía pidió que se revise el fallo que ordenaba la reincorporación”, indicó Gómez, quien insistió: “Queremos nuestros puestos de trabajo”.
“El pasado viernes 6 de octubre, los directivos de la PepsiCo en una audiencia convocada por el juzgado Nacional de Primera Instancia del trabajo N° 54, se negaron a reubicar en alguna de sus plantas a los trabajadores despedidos que tenemos una sentencia judicial de reinstalación”, indicaron los damnificados en un comunicado.
“Los trabajadores propusimos que, ante el cierre de la planta Florida, se efectivice la orden de reinstalarnos en alguna otra en la Argentina”, indicaron.
En ese escenario, señaló que “la empresa se negó rotundamente al argumentar que sentaría un 'precedente' para otros trabajadores, lo que evidencia que la decisión de Pepsico de incumplir las órdenes judiciales de este país se trata de una decisión política”.