Según publicó el portal Fiscales.gob.ar, el hecho ocurrió el 31 de mayo pasado alrededor de las 21:00 cuando la víctima manejaba un Peugeot 207 por la avenida Rivadavia con dirección a la Estación Ramos Mejía.
Al pasar unas cuadras del puente de la avenida Díaz Vélez, un Renault Logan azul, con vidrios polarizados y una baliza azul colocada sobre el torpedo, se le acercó por el lado derecho y el conductor le indicó que se detuviera, ya que eran personal de “La Brigada”.
En ese momento, la víctima detuvo la marcha, y del otro auto bajó un hombre alto que vestía un chaleco negro con la leyenda “Policía” y una gorra, quien le indicó que bajara del vehículo y le entregara la documentación.
Del supuesto móvil policial también descendió otro hombre de menor estatura, y juntos inspeccionaron el vehículo, y le dijeron a la víctima que el auto tenía pedido de secuestro en una causa por drogas.
Uno de los delincuentes giró para colocarle las esposas, a lo que la víctima se resistió, pero el supuesto policía le apuntó con un arma de fuego y lo introdujo en la parte trasera del Peugeot.
Una vez arriba del vehículo, los delincuentes seguidos por el Logan, se dirigieron hacia la zona de la clínica San Juan de Dios, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, donde cambiaron a la víctima de un vehículo a otro.
Los delincuentes, según consta la causa, lo llevaron hasta su departamento en Ramos Mejía, donde le sustrajeron dinero en efectivo, ropa, zapatillas, dos relojes, joyas, una planchita, un secador de pelo, perfumes y cinco gorras.
Luego, los captores volvieron a subir a la víctima al Renault Logan y durante el recorrido llamaron desde el celular del cautivo a distintos familiares y allegados y les exigieron el pago de 50 mil pesos por su liberación.
Finalmente, los delincuentes detuvieron su marcha frente a un monoblock del barrio “Ramón Carrillo” de Villa Soldati, donde sustrajeron el estéreo, una pantalla y dos parlantes tipo woofer del vehículo de la víctima, el cual dejaron abandonado en el lugar.
Tras el raid delictivo, la víctima fue liberada en las calles Pasaje C y Martín Castro, del barrio porteño de Villa Soldati, previo ser despojado de su teléfono celular. .
El ingreso de los secuestradores quedó registrado por las cámaras de seguridad del hall del edificio, por lo que los investigadores lograron identificarlos tras revisar los vídeos.
Además, otras de las pruebas con las que cuenta la justicia, son las huellas dactilares del acusado de 19 años, que fueron relevadas de la casa de la víctima.
El otro delincuente que habría participado del secuestro en Ramos Mejía habría resultado muerto en una persecución policial.