La causa en contra de Rojas fue caratulada como “Homicidio agravado cometido contra miembro de fuerza de seguridad pública, y en grado de tentativa - Portación y tenencia ilegal de arma de guerra” por lo que podría ser condenado a prisión perpetua.
Al homicida -quien quedó a disposición del fiscal Musso- que posee antecedentes y estuvo convicto en una causa de menor, se le secuestraron drogas, un revólver calibre .44 y una escopeta calibre 12/70. En tanto, el fiscal confirmó que la pericia verificó que el arma calibre .45 descartada en un descampado de San Fernando, fue con la que asesinó a Miguel Gómez.
A partir de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, se realizó el seguimiento de los momentos previos al crimen y posteriores a la fuga de los sospechosos. Así, un testigo identificó a una de las dos chicas que estaban junto al autor de los disparos.
Al investigar el Facebook de ella, se sindicó como principal sospechoso del homicidio de Miguel Gómez a Julián Rojas. Cabe destacar que las dos chicas Celeste Belén Bordón (20 años) y Sofía Díaz (18 años) y el joven Gustavo Alberto Sánchez Rivas (21 años) que lo acompañaban, fueron desvinculados de la investigación porque son testigos clave del crimen, sin saber que el asesino portaba un arma.