El incidente se produjo en 2013 y derivó en la expulsión de Mueller del lugar por parte de personal de seguridad, quien además perdió su trabajo tras la denuncia de la cantante a las autoridades de la radio.
Sin embargo, Swift se abstuvo en el momento de hacer la denuncia pertinente a la policía para evitar mayores escándalos.
Mientras que la estrella pop había reclamado una indemnización simbólica de un dólar, el demandado había afirmado que era víctima de una injuria, por lo que había exigido un resarcimiento económico de un millón de dólares.
El juicio duró una semana y por el estrado pasaron los protagonistas del incidente y la madre de la artista, entre otros.
Tras la resolución del jurado, varias fans y colegas de Swift manifestaron públicamente su agradecimiento a la artista por la valentía de haber denunciado el hecho, como el caso de Lena Dunham, actriz de "Girls", y la cantante Nelly Furtado.
Por su parte, la estrella pop reconoció públicamente que la acción judicial fue posible por contar con dinero y medios para librar esa batalla y anticipó que realizará donaciones para ayudar a víctimas de la violencia sexual.