Indicaron en este aspecto que en la sociedad “se genera una injusta generalización (todos los curas son pedófilos”, y una profunda pérdida de credibilidad de la institución eclesial” y destacaron. “Amor a la Iglesia no es complicidad con lo injusto”
“Durante mucho tiempo los silencios cómplices han hecho mucho mal en la Iglesia. Nos hemos dañado, hemos mirado para otro lado, no nos hemos puesto del lado de las víctimas. La madurez en la vida cristiana nos impulsa a no confundir fidelidad con silencio cómplice, amor con negación de la realidad”, sostuvieron los clérigos.
Precisaron además en su carta que “hubieran deseado estar al tanto de lo que pasaba en el momento en que era necesario saberlo” y remarcaron que “siempre” se manejaron “con transparencia “denunciemos lo injusto, protejamos al débil, busquemos la verdad y pidamos lo justo”.