Mientras que, en la defensa, en parte por el jugar siempre yendo al frente y también por tener marcadores que tenían mejor pie que astucia para defender, por caso Gino Peruzzi y Frank Fabra, tuvo su déficit, quizá solucionado en parte en el final, cuando encontró el equilibrio con Wilmar Barrios y por diferentes circunstancias, lesiones y suspensiones cambió a los cuatro del fondo.
Después fue un equipo de momentos, más allá que la idea de juego se sostenía, pero que dependía de sus individualidades y tenía a favor su regularidad y la incapacidad de sus perseguidores en sostener la disputa por el primer puesto.
Entonces tuvo unos primeros partidos en que Pavón era imparable, al punto que el mismo Guillermo decía que iba a ser un jugador para la selección y luego se fue desdibujando con el tiempo, y otros en que Carlos Tevez, la primera parte del torneo, se convirtió en la manija del equipo y en el que sostenía los ritmos y que tuvo su partido "top" ante River, cuando el solo dio vuelta una derrota anunciada en un triunfo épico por 4 a 2.
En el final de ese partido apareció Ricardo Centurión y empezó a mostrar que ante la ida del "Apache" a China podría ocupar la pesada herencia de la camiseta número 10 y ser el desequilibrio en los últimos 30 metros.
Dos partidos antes, con San Lorenzo había vuelto Fernando Gago, después de estar seis meses parado por su operación en el tendón de Aquiles y con quien, en buen nivel, Guillermo empezó a encontrar la salida de juego más limpia que no tenía con Rodrigo Bentancur o con el colombiano Sebastian Pérez.
En la segunda parte del torneo y cuando en el verano Walter Bou tuvo un gran desempeño, el técnico, en unos de su mejores aciertos, sostuvo como "9" a Darío Benedetto y el ex América de México le devolvió su confianza metiendo goles claves en la parte decisiva del torneo.
Pero también el destino jugó a mano de Boca: Rodrigo Bentancur uno de los preferidos por el técnico, pero de los más discutidos por la prensa y los hinchas, fue convocado para la selección de Uruguay para participar del Mundial juvenil Sub 20 de Corea y eso le abrió la posibilidad del ingreso de Wilmar Barrios que ya alternaba como volante ante la ausencia por una nueva lesión de Gago o por la suspensión de Pablo Pérez.
Y el hincha de Boca dio su veredicto y el "Negro" aprobó con creces en esa mesa de examen tan difícil que es la Bombonera, dándole al equipo la cuota de sacrificio y marca en el medio que el hincha reclamaba.
Bentancur, quien en julio se convertirá en nuevo jugador de la Juventus, es de ese tipo de jugadores que encantan más a los técnicos que a los simpatizantes y tuvo en el "Mellizo" a su principal defensor, que luchó a capa y espada para mantenerlo como titular.
Pero más allá de las características de juego y las individualidades, donde este Boca no tiene discusión es en los fríos números de las estadísticas: Fue primero desde la fecha 13ra. y nunca dejó la primera posición.
Es el equipo más goleador y la tercera defensa menos vencida y ganó cuatro de los cinco clásicos que disputo perdiendo solo con River de local por 3 a 1 y cuando parecía que tambaleaba la ilusión de lograr el título. Pero en el final ganó los partidos que tenía que ganar ante Independiente 3 a 0 y ante Aldosivi por 4 a 0, mientras que River, su perseguidor por historia más importante, no le pudo mantener el ritmo y de estar a un punto quedó a siete.
Sin tener un gran equipo, pero con regularidad, la idea de buscar siempre los partidos e individualidades que pasaron la medianía general, Boca logró su torneo de liga número 32, contando amateurismo y profesionalismo, y en el escudo se agregó una estrella más a su historia.