Por sus estructuras, la mayoría se sostiene sobre la base de la solidaridad de los trabajadores y trabajadoras que han decidido recuperar ese ámbito de trabajo y tienen una fragilidad que la industria tradicional no tiene, explicó la legisladora en un comunicado.
Además, recordó que muchas fábricas atravesaron la crisis de 2001 y consideró que no podrían sufrir nuevamente un embate sin la protección del Estado.
El objetivo es que mientras tanto podamos lograr un ordenamiento de las expropiaciones, tanto en la Legislatura como en el Ejecutivo y en sus propios procesos jurídicos, y trabajar en el financiamiento que necesitan para procesos administrativos o tecnológicos, puntualizó la diputada.
"Esperamos que con la tranquilidad de que no habrá desalojos, puedan ir trabajando en todo esto", planteó.