Los caniles están diseñados con un sector cubierto (caniles o boxes) y otro al aire libre (correderas) distribuidos por medio de un pasillo posibilitando el ingreso desde el interior a todos los caniles o boxes.
Tanto los caniles como las correderas tienen revestimiento cerámico, piso alisado de cemento y todo el equipamiento necesario de iluminación, calefacción y ventilación.
Los caniles están divididos por muros y rejas de protección, y las correderas por muros media altura y completados con una reja de protección, todas realizadas en metal desplegado reforzado y galvanizado.
Para poder ingresar a los caniles y correderas sin estar en contacto con los animales, se dispusieron puertas trampas en todos los caniles con un sistema de poleas y un método de apertura y cierre que se pueda accionar desde el exterior.
En el interior de los caniles y en las correderas se diseñaron canaletas de desagüe que unen a todos los boxes para facilitar así el aseo de los mismos.

