Entre los fundamentos, el texto apunta a lograr un “control de la evasión de responsabilidad a la que se encuentran sometidos a diario numerosos usuarios del servicio de estacionamiento, ya que la publicación de dichos carteles es un mensaje desalentador hacia el usuario del servicio, desechando la posibilidad de reclamar, porque lo determina expresamente la empresa”
Por otro lado, la autora también advirtió que los usuarios padecen “desde la situación más extrema, el robo del automotor, hasta cerraduras forzadas o rotas, extracción del estéreo y falta de pertenencias personales en el interior”.
“Algunos ciudadanos sostienen que existe una relación contractual entre el proveedor y el cliente, por la cual este último paga un dinero y como contraprestación el titular del estacionamiento tiene la obligación de entregar el vehículo al cliente en las mismas condiciones que lo recibió”, remarcó.