La captura del acusado había sido reclamada hace cinco meses por la justicia española a través de un exhorto luego de que se revocara el fallo que le había permitido a Alvarez González recuperar su libertad por un tecnicismo legal.
Matías Bagnato, el único sobreviviente de la tragedia, denunció en varias oportunidades que desde que recuperó su libertad tras cumplir apenas ocho años de prisión Alvarez González lo acosaba y amenazaba de muerte.
El joven comisario de a bordo y de 33 años vivía con su abuela recluido en su casa de Flores con custodia policial y con asistencia del Gobierno nacional.
Fuentes oficiales dijeron a DyN que cuando la policía se presentó en la quinta de Tortuguitas, Alvarez González "intentó escaparse ocultándose en un refugio en su casa".
Los investigadores irrumpieron hoy en la vivienda ante datos que señalaban la posibilidad de que el acusado emprenda un viaje a Uruguay para completar su huida.
El subsecretario de Delitos Complejos, Miguel Robles, explicó que las tareas de investigación para localizarlo comenzaron "en julio" cuando se recibió un oficio de la justicia española y remarcó que en la pesquisa trabajaron la Secretaría de Inteligencia y la Prefectura Naval.
Robles reveló que en ese marco se analizaban "47 domicilios donde podía llegar a moverse", donde se montó "distintos tipos de custodia, hasta que se detecta que podría llegar a salir del país con destino a Uruguay".
El funcionario confirmó esta tarde a radio Mitre que por la mañana se decidió "irrumpir en la quinta de la localidad de Tortuguitas" que al parecer es propiedad "de personas allegadas" al hombre que debe completar el cumplimiento de su condena.
Robles remarcó que durante el operativo "la actitud de la Policía de Seguridad Aeroportuaria fue impecable".
Alvarez González fue condenado a prisión perpetua por perpetrar el 17 de febrero de 1994, el incendio de la casa ubicada en Baldomero Fernández Moreno 1906, en el barrio de Flores, al parecer para vengarse por una deuda monetaria que mantenía con los Bagnato.
El incendio mató a José Bagnato, de 42 años, su esposa Olga Plaza, de 40 y sus hijos Fernando, de 14, y Alejandro, de 9, y al niño Nicolás Borda, de 11, quien se había quedado a dormir la noche anterior en la casa.
Alvarez González, quien era pareja de una prima de Plaza, fue condenado a perpetua en noviembre de 1995.
En 2004 fue extraditado a España para completar la pena, pero en 2008 lo liberaron y desde entonces, Matías Bagnato, denunció que era víctima de amenazas y todo tipo de intimidaciones por parte del hombre que mató a su familia.
