El show comenzó con una demora inicial de 35 minutos mientras los técnicos limpiaban una y otra vez el piso del lugar tras algunas precipitaciones que aisladamente humedecieron el lugar con el correr de las horas.
Luego de una introducción instrumental que permitió que los músicos tomaran posición en el escenario platense, el grupo comenzó su espectáculo a las 23.04, con más de media hora de demora en su arranque formal.
Con sombrero blanco, jeans entallados en ese mismo color y una poderosa chaqueta que sobresalía cada vez que las luces se posaban en su figura, el cantante norteamericano Axl Rose revirtió la pésima imagen exhibida el año pasado en la cancha de Vèlez, ofreciendo una de sus mejores actuaciones en estas latitudes.
Esquivando una botella de plástico que lo recibió apenas subió al proscenio y con muchas ganas de prodigar una actitud positiva ante sus seguidores, Rose se mostró muy comprometido con el show y las canciones elegidas.
“Chinese Democracy” y la popular “Welcome to the Jungle” fueron las cartas de apertura de la banda, cuyo público no escatimó en cánticos de aliento para el vocalista.
Con una puesta escenográfica que apeló contantemente a la detonación de artefactos
pirotécnicos y llamaradas, el grupo recordó clásicos como “It's So Easy”, “Mr. Brownstone” y la pegadiza balada “Sorry”, tras lo cual el guitarrista Richard Fortus hizo
una serie de solos en los que intercaló el clásico tema de “James Bond”.
Mientras tanto, la gente seguía a Axl sorprendida de su buen estado, mientras el pelilargo corría de un lado al otro por un escenario al que domina como la palma de su mano.
El clásico hit de Wings “Live and Let Die” fue otro de los picos altos de concierto, en el que también se destacaron “This I Love”, “Better”, “Rocket Queen” y “Street of Dreams”.
Uno de los momentos más fuertes se vivió cuando la banda había recorrido la popular “You Could Be Mine”, de “Terminator II”, y el guitarrista DJ Ashba evocó a Henry Mancini en su solo con fragmentos de “La Pantera Rosa”, mientras las pantallas refleraron la imagen de la bandera argentina.
Aunque ese segmento fue superado cuando, aprovechando una pausa para instalar un piano en escena, Rose decidió entonar una afinada versión de “Another Brick In The Wall II”, de Pink Floyd, que el público coreó entusiasmada.
El ascendente concierto, que durante unos prolongados pasajes había tenido que aguantar una lluvia poco amistosa, llegó a su recta final con “November Rain”, “Out Ta Get Me”, “Knocking on Heaven's Door” y “The Night Train”, tras lo cual el anfitrión exclamó conmovido “¡good night Argentina!”, dando por finalizado su listado formal de temas.
Pero aunque no había más movimientos en el escenario y se habían prendido las luces del estadio, los norteamericanos volvieron al escenario para regalarle al público el tema “Don't Cry”, tras lo cual cerraron la fiesta con “Madagascar” y “Paradise City”, mientras el delirio se apoderaba de los espectadores.
“Volveremos pronto a Buenos Aires, porque ustedes saben cómo hacer sentir bien a los artistas en un espectáculo de esta naturaleza”, cerró emocionadísimo Rose, antes de despedirse definitivamente. (Reporter)

