La demanda creciente de este tipo de estudios, que desde el 1 de diciembre puede hacerse en forma gratuita en el Hospital Cetrángolo, de Vicente López, convalida la advertencia de los especialistas que señalan que cada vez son más las personas que consultan por problemas para dormir.
Por eso destacaron la inauguración del primer centro de este tipo en un hospital público de la Provincia de Buenos Aires, que a diferencia del que ya funciona en el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, está acondicionado para estudiar la vigilia de los adultos.
La apnea -breves interrupciones del ciclo respiratorio- durante el sueño y los ronquidos, que pueden estar vinculados a esta problemática o no, son las principales causas de consulta.
Las consecuencias más visibles, en personas que sufren uno u otro síntoma, son la somnolencia, la sensación de cansancio permanente, el mal humor, la falta de concentración, cierta irritabilidad y, en los niños, problemas de conducta.
"El 50 por ciento de los hombres mayores de 45 años ronca y de ese grupo, el 50 por ciento tiene problemas de apnea", afirmó el coordinador del Laboratorio de Sueño, Oxigenoterapia y Ventilación No Invasiva del Centrángolo, Guillermo Montiel.
Destacó que, si bien no todos los médicos clínicos están atentos a la hora de hacer derivaciones en pacientes roncadores, durante los primeros 15 días de funcionamiento del centro de Vicente López ya se tomaron todos los turnos disponibles hasta el 20 de marzo de 2007.
"Las apneas no sólo comprometen el bienestar personal, sino que también afectan la salud pública", advirtió Montiel a Télam, y explicó que las interrupciones del ciclo respiratorio empeoran cuadros de hipertensión arterial, alteran el descanso y en conductores, por ejemplo, puede ser causal de accidentes.
"Normalmente, una persona respira 20 ciclos por minuto", precisó el director ejecutivo del Hospital Cetrángolo, Luis Raúl Lucero, y explicó que saltear estos ciclos hace que el paciente oxigene menos su sangre y el organismo se tensione.
"El paciente se levanta cansado, como si no hubiese dormido nada", continuó Lucero, y señaló que el "mal dormir" también perjudica el rendimiento laboral e incide en las relaciones interpersonales.
La directora del Instituto de Medicina del Sueño y jefa de este servicio en el Hospital Francés, Margarita Blanco, indicó que según las encuestas internacionales alrededor del 8 por ciento de la población tiene ronquido con apnea, como consecuencia de exceso de peso.
El 70 por ciento de los roncadores, destacó Bianco, está excedido en su masa corporal: un aumento de 10 a 20 kilos dificulta la llegada del oxígeno a los órganos y puede generar una enfermedad cardíaca o cerebrovascular.
"Hace 15 años el 80 por ciento de los pacientes que llegaba al consultorio lo hacía por problemas de insomnio -detalló-. Hoy, el 40 por ciento tiene dificultades para conciliar el sueño, el 40 sufre apnea y el resto consulta por pesadillas o narcolepsia, entre otras cuestiones".
Blanco indicó que en el caso de los niños de más de tres años, las apneas se producen por tener las amígdalas demasiado desarrolladas y alertó sobre la necesidad de hacer un buen diagnóstico.
"A veces tienen interrupciones respiratorias muy prolongadas, somnoliencia durante el día y problemas de conducta y, si no están bien tratados, se los puede mal diagnosticar como chicos con déficit de atención, que no tiene nada que ver con el cuadro".
Fundadora del Club del Sueño, la médica observó que la gente está más conciente que los ronquidos no son normales y hace la consulta médica.
Sin embargo, dijo, "no hay el mismo grado de concientización de parte de los médicos y las autoridades de la salud" y estimó que "así como hay controles de alcoholemia también debería haber controles de sueño, sobre todo entre los conductores".
