07.05.2006 - 20:00 | Deportes

Boca: El campeón apareció en los momentos decisivos

El equipo campeón apareció en los momentos decisivos, pero fueron sus individualidades las que contribuyeron, en un enorme porcentaje a la obtención de un nuevo título, que hoy festeja Boca Juniors, convertido en el máximo ganador de los últimos tiempos, no sólo a nivel local sino también internacional.

Boca: El campeón apareció en los momentos decisivos

Las atajadas de Roberto Abbondanzieri, en varios partidos clave, las apariciones decisivas de Hugo Ibarra- como en aquel gol frente a Banfield, en el último minuto, y que le valió una victoria tremenda- o el fulgurante destello del ídolo Guillermo Barros Schelotto, cuando le empató a River en La Bombonera, marcaron la impronta de este Boca ganador.

El equipo se solidificó en cada actuación de Rodrigo Palacio, del eterno goleador Martín Palermo, y la ductilidad de Fernando Gago, en el mediocampo, más la prodigalidad y exquisitez de Federico Insúa.

Los jugadores excepcionales que tuvo Boca durante el torneo Clausura de Primera División, le dieron un nuevo título a Alfio Basile, que supo armar un conjunto ganador, con la mente puesta en el arco adversario.

Una de las máximas virtudes que tuvo Boca, fue que nunca miró hacia atrás sino que su afán de salir victorioso en cualquier cancha lo llevó a atacar- hasta desguarnecerse atrás- a cualquier rival y en cualquier terreno.

El debut fue doloroso, porque se cayó ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy-2-1- en un partido jugado con una temperatura altísima , pero rápidamente vino la recuperación ante Rosario Central- 2-1- en Arroyito, y parecía que el equipo se encaminaba sin tropiezos.

Más aún, cuando en La Bombonera derrotó 3 a 0 a Lanús, pero al domingo siguiente, ante el descendido Instituto, empató 1 a 1 y otra vez volvieron las caras de preocupación, que se acrecentaron cuando Boca perdió frente a San Lorenzo, otra vez 2 a 1, en la mismísima Bombonera.

La hinchada reclamaba la recuperación, y el Coco Basile apeló a tres delanteros: Barros Schelotto, Palermo y Delgado para ganarle al siempre peligroso Argentinos Juniors, 2 a 1, en La Paternal

"Ojala que aquí empiece una buena racha, como lo fue en el torneo anterior", dijo esa tarde un aliviado Basile. Y la rancha comenzó: 3 a 0 a Gimnasia y Esgrima La Plata; 3 a 0 a Racing, y 3 a 1 a Quilmes.

Todo iba sobre rieles, pero Boca viajó a Rosario y sólo logró un tímido 0 a 0 con el casi descendido, en ese momento, Tiro Federal. Volvieron las críticas, pero se acallaron cuando el Mellizo puso el empate en el clásico, fue 1 a 1 contra River.

Otro empate, 1 a 1, en el viaje a Rosario para medirse con Newell´s, que jugaba también la Copa Libertadores, pero ponía a todos sus titulares para amargarle la noche a Boca.

La decimotercera fecha, marcó una inflexión: 2 a 1 a Banfield, en un partido memorable, y con un golazo del" negro" Ibarra cuando el partido moría.

Vibró la Bombonera, pero había que ir a Santa Fe para revalidar el éxito: otra victoria, ante Colón, 2 a 1, en el Cementerio de los Elefantes.

En la Bombonera retomo el liderazgo cuando le ganó a Arsenal, 1 a 0, con un gol de Martín Palermo, y en la decimosexta fecha comenzó la cristalizarse el título.

Fue una victoria ante Vélez, 3 a 2, en Liniers y en un partido polémico, que le dejó las puertas abiertas al título, que quedaba al alcance de la mano, pero faltaba un poquito más.

La goleada 4 a 0 a Estudiantes llegó cuando el equipo jugó uno de los mejores partidos del campeonato, y como los resultados de los otros partidos ayudaron, Boca llegó con ventaja para el clásico en Avellaneda.

Había recorrido un largo camino, que lo cristalizó consagrándose campeón en el estadio Libertadores de América, y reeditando un título que Carlos Bianchi había obtenido en el doblete que hizo en 1998/99. (Télam).