21.09.2005 - 12:00 | Actualidad

Dolor en la despedida final al joven muerto en Bariloche

Una multitud silenciosa despidió esta mañana los restos de Darío Cocha, el joven estudiante que murió al caer a un barranco el micro en el que viajaba junto a sus compañeros de colegio, camino al cerro Catedral, en Bariloche.

(NA) - Una multitud silenciosa despidió esta mañana los restos de Darío Cocha, el joven estudiante que murió al caer a un barranco el micro en el que viajaba junto a sus compañeros de colegio, camino al cerro Catedral, en Bariloche.

Los restos del joven fueron depositados en una bóveda del Cementerio Municipal de San Fernando, en el norte del Gran Buenos Aires, acompañados por sus padres, sus hermanos, los familiares más cercanos y una gran cantidad de amigos y allegados.

En la ceremonia, se pudo ver el dolor reflejado no sólo en los rostros de los padres y los familiares más íntimos de Darío, sino también en decenas de compañeros de colegio, quienes tras el fatídico accidente ocurrido el lunes pasado, asistieron al sepelio.

El cortejo fúnebre, escoltado por dos motos de la Policía de Tránsito de la comuna de San Fernando, había partido poco antes desde la casa donde se hizo el velatorio, también despedido con un aplauso por decenas de personas.

En tanto, antes de arribar al cementerio, el cortejo pasó por las puertas del Colegio donde estudiaba Darío y al cual asistían los demás compañeros suyos, que estaban también en el micro que se accidentó en Bariloche el lunes último por la tarde.

Al salir el cortejo desde la casa de sepelios donde se realizó el velatorio, una gran cantidad de gente que se encontraba en el lugar, en la vereda y en la calle, despidió los restos del joven con un prolongado aplauso.

Durante la noche de ayer y la mañana de hoy decenas de personas acompañaron a los padres y a los dos hermanos de Darío. Entre otros, visitaron el lugar el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y el director general de Escuelas de la Provincia, Mario Oporto. También pasó por la sala velatoria el obispo de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto.

El cuerpo de Darío fue velado en una casa de sepelios ubicada en la calle Tres de Febrero al 700, esquina Quirno Costa, en la mencionada localidad.

Los restos de Darío llegaron a San Fernando desde Bariloche pasadas las 14 de ayer, en un avión de la provincia de Buenos Aires, en el que también viajaron sus padres.

El féretro fue de inmediato trasladado en ambulancia a la mencionada sala velatoria, donde comenzó el velatorio de la única víctima fatal del accidente ocurrido en Bariloche.

Los padres del joven llegaron a la sala velatoria junto con los restos de su hijo y, debido al dolor sufrido por la pérdida del muchacho, la madre de Darío tuvo que ser asistida ya que tuvo un problema de presión.

A la casa velatoria también se acercaron varios familiares del joven, así como también sus amigos, los alumnos del colegio y personal del centro de atención a las víctimas.

Pero el momento más desgarrador y el de mayor angustia se vivió cuando llegaron al lugar los compañeros de Darío que viajaban en el micro accidentado y que sufrieron heridas de diversa consideración.

Los adolescentes lesionados fueron acompañados por familiares y amigos debido a que algunos de ellos no podían caminar solos a raíz de las heridas sufridas.