Al menos 188 muertos en incendio de discoteca
La cifra de muertos por el incendio de una discoteca en esta Capital el 30 de diciembre subió a 188 este domingo, según la Policía Federal, mientras más de 200 heridos permanecían internados en la peor catástrofe por causas no naturales en los anales del país.
En tanto que del número total de víctimas, la mayoría por asfixia, oficialmente fueron identificadas 157.
El incendio en la discoteca "República de Cromañon", en el barrio de Plaza Once de esta capital, que según las investigaciones preliminares se inició cuando un grupo de jóvenes disparó bengalas, es considerado una de las peores catástrofes en la historia del país después de un terremoto ocurrido 1944 con un saldo de 15.000 muertos.
Durante el domingo se repitieron las escenas de dolor y angustia en la morgue judicial, donde muchos familiares aguardan todavía la entrega de los cuerpos, y en los cementerios de esta capital, en los que comenzaron los primeros entierros de las víctimas.
Al pesar por la pérdida de un familiar o amigo, se suma la indignación ante la demora en la entrega de los cuerpos debido a las autopsias ordenadas por la justicia.
Frente a la morgue judicial, bajo el intenso calor del verano porteño, un anciano de nombre Eduardo estalló en llantos por su hijo muerto en la discoteca, mientras exigía respuestas que nadie puede darle. "¿Por qué tanto dolor?, ¿Dónde está mi hijo?, ¿Cómo pasó esto?".
La mezcla de bronca y angustia también se palpaba en los cementerios como en el de San Justo, en la provincia de Buenos Aires, donde un grupo de amigos y familiares despidieron con un aplauso a Christian Viegas, de 20 años, cuando su féretro era depositado en una cripta.
Aunque la tragedia se habría iniciado a causa de una bengala, la falta de medidas de seguridad y de control en la discoteca ayudó para que el número de víctimas fuera mayor.
El control sobre los locales nocturnos o de espectáculos es de competencia del gobierno municipal, cuyos inspectores fueron frecuentemente denunciados por aceptar sobornos a fin de tolerar irregularidades.
El diario La Nación denunció el domingo que durante todo 2004 la discoteca no fue visitada por inspectores y que solamente recibió una inspección del cuerpo de bomberos en abril pasado.
La discoteca, además, estaba habilitada como lugar bailable pero no para realizar conciertos como el del jueves. Su capacidad, estimada en unas 1.500 personas, se había triplicado la noche de la tragedia durante la actuación de un conjunto de rock.
Aunque tenía las salidas de emergencia reglamentarias, éstas fueron cerradas, según testigos, para evitar que ingresaran adolescentes sin pagar la entrada.
Unas 2.000 personas, entre familiares, amigos y ciudadanos comunes, protestaron por la noche frente a la alcaldía para exigir la renuncia de su responsable, Aníbal Ibarra.
"Ibarra se tiene que ir porque es el máximo culpable de lo que sucedió. Esto pasó porque la discoteca, como muchas otras, no estaban controladas. Alguien tiene que pagar por la vida de mi hijo y de otros tantos inocentes", dijo a AP Jorge Luis Gilart, 49 años, padre de Jorge Gilart, 21 años, que murió en el incendio.
Golpeando cacerolas, los manifestantes marcharon en forma pacífica al grito de "atención, atención, no los mató el incendio, los mató la corrupción", "Ibarra renuncia".
El jefe de gobierno trató de capear la crisis y ordenó cerrar las discotecas de la ciudad por 15 días y revocarles las habilitaciones municipales hasta tanto no estén debidamente certificadas las condiciones de seguridad.
También dispuso un programa de asistencia psicológica para los familiares de las víctimas y sobrevivientes de la tragedia.
"Comprendo cualquier crítica que se haga al jefe de gobierno y a cualquier funcionario, porque están frente a la pérdida de un ser querido", dijo Ibarra el domingo en conferencia de prensa.
En tanto que el lunes se espera que declare ante la justicia el propietario del local, Omar Chabán, quien fue capturado el viernes por la policía. Está acusado de homicidios y lesiones culposas