El sábado por la tarde, Kodama fue invitada a dar una charla sobre la memoria de José Luis Borges. “Me parece lindísima idea hacer ferias del libro locales, como en San Isidro, además de la gran feria tradicional que hay en Buenos Aires. Es una forma de incentivar a los chicos y a los jóvenes a la lectura que siempre es tan edificante”, manifestó.
Claudia Piñeiro presentó su libro “Un comunista en calzoncillos”, y Leopoldo Brizuela, “Una misma noche”.
La curadora de la feria, Gabriela Giurlani, afirmó: “La novedad de este año es que nos agrandamos y, además de la Biblioteca, estamos en el Teatro del Viejo Concejo, en el Museo de Alfaro y en el restaurante Seven Eleven. También nos internacionalizamos y nos federalizamos porque incorporamos escritores extranjeros y del interior del país”.
Giurlani contó que durante las dos jornadas ofrecieron propuestas para todas las edades. “Al vecino la gusta la feria del libro. Viene, participa en las actividades, hace los talleres, escucha las exposiciones, compra libros, recorre. La respuesta del público es muy buena”, concluyó.
Úrsula Nolte, actual presidenta de la Biblioteca Popular de San Isidro, contó que es la segunda vez que se realiza la feria con mucho éxito. “Ha venido muchísima gente desde la mañana. Todas las presentaciones fueron muy concurridas”, afirmó.
“Me parece estupendo que haya una feria del libro en San Isidro y todo lo que proponga aumentar la lectura en una ciudad tan pujante como esta. Hay mucho movimiento y real interés por venir aquí”, expresó Marta Segovia, coordinadora de la Asociación de lectura para ciegos y disminuidos visuales.
La feria, que contó con el auspicio de la Municipalidad de San Isidro, fue organizada por la Biblioteca Popular de San Isidro y la filial Zona Norte de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Tuvo un espacio exclusivo para jóvenes en la planta alta de la Biblioteca Popular y otro para los más chicos en el Museo Casa de Alfaro. Además hubo un sector dedicado a las nuevas tecnologías.
Mientras esperaba la presentación de Kodama, Ana María Gamazon, vecina de Martínez, dijo: “En estas ferias, los escritores tienen la posibilidad de mostrar y presentar sus libros. Yo creo que la tecnología e internet no van a matar al libro. No hay como llevarse un librito a la cama a leer”.
Haydee Pasolini, de San Isidro, dijo que es la segunda vez que asiste a la feria, y que no se piensa perder ninguna edición.
“Hace falta que existan estas ferias, estoy orgullosa de vivir en Martínez y que organicen estas cosas. Me parece fabuloso”, expresó Dolores Oida, de San Isidro.
