Estados Unidos y China profundizan su guerra tecnológica por la inteligencia artificial
El CEO de Nvidia advirtió que China está “a nanosegundos” de Estados Unidos en el desarrollo de inteligencia artificial. Mientras Pekín subsidia energía y centros de datos, Washington enfrenta trabas regulatorias y presiones financieras.
La tensión tecnológica y financiera entre China y Estados Unidos se intensifica. El CEO de Nvidia, Jensen Huang, advirtió que el gigante asiático está “a nanosegundos” de alcanzar a Washington en materia de inteligencia artificial (IA), y subrayó la urgencia de que América recupere el liderazgo en esa carrera estratégica.
Según Huang, Pekín subsidia la energía y los centros de datos, lo que acelera el desarrollo tecnológico y alimenta un nuevo “momento deep” que entusiasma a los mercados. En contraste, Estados Unidos enfrenta frenos regulatorios, vetos a chips avanzados y un entorno financiero presionado por el aumento de costos.
Los analistas advierten que el dilema para los inversores es profundo: “esto no hay quien lo pague” sin riesgo de inflaciones del 8 al 10%, producto de la combinación de liquidez, inversiones masivas y endeudamiento. La gran incógnita, dicen, es si Estados Unidos sufrirá en la IA lo mismo que Europa con el coche eléctrico, quedando rezagado frente a China.
En paralelo, OpenAI planteó públicamente que el desarrollo de la IA “es demasiado grande para financiarse solo con capital privado”. La compañía propone la creación de avales públicos y préstamos estatales destinados a infraestructura energética, servidores y centros de datos, lo que convertiría de hecho a la IA en una infraestructura estratégica de los Estados.
El mensaje inquietó a los mercados: o se socializa el riesgo a través de garantías gubernamentales, o el modelo de inversión actual podría colapsar. En este contexto, China combina escala, centralización y subsidios masivos, mientras en Occidente crece el temor de no poder competir bajo las reglas vigentes.
El escenario político estadounidense agrega presión. El expresidente Donald Trump enfrenta complicaciones judiciales por sus políticas arancelarias, mientras el país lidia con problemas presupuestarios y falta de personal en sectores clave, como los aeropuertos, que redujeron su capacidad en un 10%.
Entre discursos, tensiones financieras y desafíos tecnológicos, el mercado global observa un choque de modelos: la planificación centralizada de China frente a un Occidente endeudado y fragmentado. La gran pregunta que se formula en Wall Street es si el costo de dominar la inteligencia artificial lo asumirá el contribuyente o si, por el contrario, Estados Unidos quedará atrás en esta nueva guerra tecnológica.