21.02.2025 - 16:00 | Información General

Javier Milei protagonizó un exabrupto durante su discurso en el BID por una interrupción de celular

Durante su discurso en el Banco Interamericano de Desarrollo, Javier Milei perdió la calma cuando un celular interrumpió su exposición. El presidente calificó de “imbécil malnacido” a quien causó la distracción y descalificó a sus detractores con una insólita metáfora sobre el “pulpo”.

Javier Milei protagonizó un exabrupto durante su discurso en el BID por una interrupción de celular

El presidente Javier Milei protagonizó un nuevo episodio de irritabilidad durante su exposición en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), este mediodía, cuando un celular interrumpió su discurso. Ante el sonido del dispositivo, Milei no ocultó su malestar y, visiblemente molesto, interrumpió su ponencia sobre el modelo económico argentino para dirigirse a quien había generado la distracción.


En tono de reproche, el presidente preguntó entre risas: "Es el mío, ¿no?", antes de recibir la confirmación de que la llamada buscaba interrumpirlo. "Lo hacen a propósito. Es un imbécil malnacido", disparó Milei, quien no tardó en recibir una respuesta de parte del auditorio, que tomó el incidente con humor y respondió con tibios aplausos.


Sin embargo, el mandatario, lejos de calmarse y simplemente silenciar su celurlar, redobló la apuesta y utilizó una metáfora bastante inusual para descalificar a sus detractores. En su intento por desacreditar a quienes lo critican, lanzó una explicación escatológica: "Llaman porque saben que están interrumpiendo la charla. A esos simpáticos les decimos 'cabeza de pulpo', porque el pulpo tiene su aparato digestivo en la cabeza y la tiene llena de excremento", explicó, causando sorpresa en algunos asistentes.


No es la primera vez que Milei muestra su irritabilidad ante situaciones que lo desconcentran. En el marco del debate presidencial contra Sergio Massa, el presidente había denunciado la presencia de "tosedores" como una estrategia para desconcentrarlo. En esta ocasión, la situación fue resuelta rápidamente cuando sus colaboradores lograron silenciar el teléfono y Milei pudo continuar con su exposición.


El episodio, que no pasó desapercibido, generó una mezcla de reacciones, con aplausos del auditorio que, como en ocasiones anteriores, pareció apoyar las reacciones viscerales del presidente.