Cristina Fernández lanzó fuertes críticas contra el rumbo económico que ha tomado el gobierno de Javier Milei, al tiempo que defendió la aplicación del cepo cambiario. En un extenso documento compartido en redes sociales, la ex presidenta aludió al carácter bimonetario de la economía argentina, argumentando que los ciudadanos eligen el dólar como moneda de ahorro.
En su mensaje, Fernández retomó una famosa frase del ex presidente estadounidense Bill Clinton y la adaptó a la situación argentina: “Es la economía bimonetaria, estúpido”, afirmó, haciendo referencia a la necesidad de reconocer la complejidad del escenario económico local.
“Sería conveniente que, en términos de política económica, nuestros economistas encuentren una definición más rigurosa sobre la regulación para la adquisición de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) que la de 'cepo'”, sostuvo Fernández, haciendo referencia a la medida restrictiva que implementó en 2012.
La ex presidenta elaboró un extenso diagnóstico sobre las razones que llevaron a aplicar el cepo, señalando que lo implementó “por una corrida impulsada desde el sector financiero”, a pesar de que la economía estaba en crecimiento y ella había sido reelegida con el 55% de los votos, lo que ofrecía estabilidad política.
Los análisis de esa época indican que la corrida cambiaria ocurrió como resultado de su reelección, generando desconfianza en algunos inversores sobre el futuro del país. Sin embargo, para Fernández “quedó así al descubierto que los discursos del mainstream, acerca de la necesidad de certidumbre y estabilidad política y económica son solo eso, discursos”.
Cristina Fernández también recordó que durante sus dos mandatos enfrentó corridas cambiarias persistentes: “Durante mis dos mandatos enfrenté corridas cambiarias de una persistencia similar a la del alfonsinismo, mayor a las del menemismo, y únicamente superada por la del gobierno de la Alianza”, explicó, y mostró un cuadro comparativo de esas situaciones.
Además, subrayó que este escenario de tensión financiera continuó durante el gobierno de Mauricio Macri, e insistió en que el cepo fue una medida necesaria para contener la inestabilidad. “Esto no significa santificar el 'cepo', sino entender a partir de la experiencia y no desde la teoría, el funcionamiento de la economía en la Argentina frente a la cuestión del dólar”, afirmó.
Fernández destacó que en Argentina “la moneda que emitimos como Estado sólo es utilizada para transacciones cotidianas (y no para todas. Ej: compra de inmuebles). Para las otras dos funciones que tiene cualquier moneda, que son las de unidad de valor y de reserva o ahorro, los argentinos utilizan el dólar”, un fenómeno que, según ella, ocurre exclusivamente en el país.
Además, Fernández apuntó contra el endeudamiento tomado durante el gobierno de Macri, calificándolo de “geométrico” y advirtiendo que fue adquirido con inversores tanto extranjeros como nacionales, con tasas de interés exorbitantes y plazos de pago imposibles de cumplir. “No hace falta explicar más nada. Aunque, ya se sabe, la Argentina es ese extraño lugar en donde hasta lo obvio debe ser explicado”, ironizó.
Por último, la ex presidenta también destacó que durante su segundo mandato la Inversión Extranjera Directa (IED) fue la más alta en los 40 años de democracia, y lo hizo sin recurrir a privatizaciones. “Abordar el problema de la economía bimonetaria y su correlato, la carencia de una moneda fuerte, es lo que debería movilizar a las fuerzas políticas y sociales que siguen creyendo en la Nación”, afirmó.
Cristina Fernández concluyó con una advertencia sobre el futuro: “Cuando la anti política se quede sin respuestas por el fracaso de teorías extravagantes que solo causan odio y dolor, no solamente deberemos reconstruir la moneda, sino también la política”, agregando que este proceso de reconstrucción deberá implicar una autocrítica: “Esto también implica de parte nuestra preguntarnos ¿Y por casa cómo andamos?”.