06.08.2017 - 23:03 | Economía

La presión tributaria creció 12,6 puntos del PIB entre 1998 y 2016, según el Cippec

La presión tributaria total, que abarca el peso de los impuestos federales, provinciales y municipales, se incrementó 12,6 puntos entre 1998 y 2016, período en el que registró un pico máximo en 2015 al representar un 34,8 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), indicó el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

El mínimo de presión tributaria fue registrado en 2002, año en el que alcanzó al 20% del PBI.

En 2016 la presión tributaria registró una caída de 0,8 puntos porcentuales, "aunque esa reducción se acrecienta si se excluye del análisis el efecto del sinceramiento fiscal, en cuyo caso la presión tributaria del año pasado fue del 33% del PBI”, agregó.

Entre los factores que explican el aumento sostenido de la presión tributaria en el período analizado, se encuentran “la creación y suba de impuestos en la crisis de la convertibilidad, débitos y créditos bancarios, y derechos de exportación; la recuperación de la actividad económica y el empleo; la suba de los precios internacionales de las materias primas; la nacionalización de los fondos de pensión; y la falta de actualización de los parámetros del Impuesto a las Ganancias”, sostuvo el investigador principal del Cippec, Walter Agosto.

Los aportes y las contribuciones a la seguridad social fueron el rubro de mayor incidencia en el aumento global de la presión tributaria a lo largo del período, con un incremento de 3,5 puntos porcentuales del producto.

El Impuesto a las Ganancias se ubicó en segundo lugar, con un aumento de 2,4 puntos porcentuales, seguido por el impuesto a los débitos y créditos bancarios, los derechos de exportación, ingresos brutos e Impuesto al Valor Agregado (IVA).

“La situación fiscal de nuestro país en los últimos años podría resumirse en tres cuestiones centrales: gasto público en niveles récords; presión tributaria alta con impuestos de baja calidad; y severo desequilibrio fiscal, lo cual ha requerido alternativamente de financiamiento inflacionario vía emisión monetaria y/o endeudamiento”, detalló Agosto.

El investigador enfatizó que "si bien Argentina tiene indicadores de gasto público y presión tributaria similares a los de los países desarrollados, su provisión de bienes públicos difiere notablemente en cantidad y calidad de la de esas naciones”.

“El sistema tributario argentino se caracteriza por su complejidad, ineficiencia, falta de equidad y elevados niveles de evasión", indicó Agosto, a la vez que destacó que "para sentar las bases de una reforma integral que se sostenga a largo plazo, deben contemplarse todos esos aspectos”.