27.04.2017 - 19:00 | Economía

Impuestos y fletes impactan fuerte en la formación de precios de las cadenas de pan, carne y leche

Impuestos, costos laborales y fletes son cada vez más claves en la formación del valor del pan, la leche y la carne, indicó hoy la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) al presentar su reporte “Indices de precios”.

Se trata del nuevo medidor para la comunidad y el campo, desarrollado por la entidad, en Río Cuarto, Córdoba y que presentará también en el próximo debate del congreso “Imagina, en acción”.

“Hoy la cadena de la leche arroja un resultado de pérdida económica del 4,8%, mientras en el caso de la carne bovina la utilidad alcanza apenas el 2%, el pan logra una ganancia del 19,4% en su cadena y el queso cremoso apenas arroja un resultado favorable del 1,85%”, indicó el reporte de medición.

FADA detalló la formación del precio desde que la producción primaria sale del campo hasta que llega a la góndola o a manos del consumidor y describió la incidencia de los diferentes costos.

El tambero muestra un saldo negativo de 50 centavos por cada litro, la industria pierde 21 centavos y el comercio 13 centavos.

“La leche es un producto al que el supermercado le aplica un margen menor, ya que se la considera un producto gancho o de atracción y ese resultado puntual se compensa entonces con márgenes de otros artículos”, explicó David Miazzo, economista jefe de FADA.

Para la cadena cárnica, los costos suman el 78%, a lo que se agregan las cargas impositivas con un 20% del valor final de la producción.

“Respecto a los costos, al igual que en los indicadores de precios para leche, queso y pan, los salarios y el traslado de la mercadería son los de mayor ponderación, siendo el 1,45% y 10,69% sobre el precio de mostrador”, añadió.

Miazzo explicó que “el comercio es el que tiene mayor costo de personal frente a los otros eslabones; por otra parte, el costo de fletes se encuentra uniformemente repartido entre el feedlot -frigorífico y frigorífico-carnicería, en torno a 0,6- 0,8%”, explicó Miazzo.

Cuando se observan los eslabones del pan alcanzan un componente de costos del 52,2% e impuestos por el 28,4%: “Allí nuevamente de los costos totales de la cadena, una porción importante queda en poder de fletes y salarios” añadió.

El productor agrícola abona el flete del campo al acopio/molino (1,13%) y luego el panadero se encarga del costo de transporte del molino al comercio, 0,, medido sobre el costo final del pan.

“Pero si se compara contra el precio del producto, el flete del trigo representa el 15% de su precio y el de la harina el 7%, también de su precio. A lo largo de la cadena, los costos laborales representan el 30,3% del precio final, donde la mayor carga se da en panadería”, indicó Miazzo.

Para la leche, los costos marcan un pico del 81,2% sobre lo que se incorpora un peso impositivo del 23,6% con lo que se termina configurando el señalado escenario de pérdida económica.

En el queso, sobre el precio final la cadena tiene un nivel de costos del 68,58% y la mayor carga impositiva de las cuatro producciones analizadas: 29,67%.

Para realizar el análisis, FADA tomó como valores de referencia el de $105,10 para el kilo de carne promedio en mostrador (IPCVA); $35,60 para el kilo de pan (INDEC); $17,41 por sachet de leche (precios claros) y $135,88 por kilo de queso cremoso (INDEC).

El que se lleva el mayor porcentaje del valor de la carne es el primer eslabón, el ternero, con el 43,4% del precio final, le sigue el feedlot que concentra el 22,1%; el frigorífico representa el 2,1%; luego la carnicería el 12,4% y finalmente el Estado a través de los impuestos, con el 20% restante.

En la cadena del pan, el trigo es el 7,8% del precio final, luego el molino representa el 2,7%, la panadería el 61,1% y los impuestos trepan al 28% del valor final.

Para la leche, el tambo aporta el 28,2% del precio del sachet, la industria el 31,5%, y el comercio el 16,7%. La carga impositiva de un litro de leche alcanza el 23,6%.

En el queso hay un aporte del tambo para el precio final del 27,83%, de la industria del 16,5% y del comercio con un 26% y la carga tributaria asciende al 29,67% del valor del producto.