edición 7354 - visitas hoy 60272

elcomercioonline.com.ar Noticias Zona Norte

Noticias Zona Norte

En un partido donde se registraron serios incidentes, Tigre derrotó 1 a 0 a Chacarita

Tigre 1 - Chacarita 0
Matias Gimenez de penal le estaba dando el triunfo al Matador hasta que la hinchada de Chacarita comenzó a romper el alambrado y a arrojar proyectiles, por lo que Daniel Raffa tuvo que suspender el partido cuando restaban tres minutos. el encuentro ya había estado parado veinte minutos en el primer tiempo.
Tigre le ganó con justicia a Chacarita Juniors por 1 a 0, en Victoria, y le complicó sus aspiraciones de pelear por el título del torneo Clausura de la B Nacional en un clásico que fue interrumpido durante 20 minutos en la primera parte y suspendido definitivamente a los 42 minutos del segundo tiempo por disturbios en la popular visitante.

En la despedida del entrenador Ricardo Caruso Lombardi, conductor del ascenso a la categoría que pidió licencia para recuperarse de una hernia de disco, Tigre ganó por primera vez en el año como local, anotó su primer tanto en esa condición y logró tres puntos importantes para escaparle al descenso.

Chacarita, en cambio, perdió terreno en la lucha por el título y quedó a cinco puntos del líder Talleres de Córdoba, con un partido más jugado, aunque su ubicación en la tabla general (segundo) lo mantiene con expectativas de regresar a primera.

El clásico, que no se jugaba en Victoria desde 1999 por los antecedentes de violencia, estuvo detenido durante 20 minutos en el primer tiempo por incidentes en la tribuna visitante.

Los hinchas de Chacarita, molestos por la exhibición de una bandera con sus colores en la tribuna rival, rompieron tablones, treparon al alambrado y los arrojaron al campo de juego.

Después, mostraron una bandera de Tigre e intentaron quemarla pero sin éxito.

El operativo de seguridad, compuesto por 420 policías, no funcionó y el propio árbitro Daniel Raffa debió negociar con las hinchadas para que continuara el juego bajo amenaza de suspenderlo en forma definitiva ante la sucesión de un nuevo acto violento.

El partido transcurrió y a tres minutos del final la hinchada funebrera precipitó el final cuando rompió el alambrado, destrozó parte de la mampostería del estadio y la lanzó a la cancha hasta que la policía dispersó con gases lacrimógenos.

En el sector opuesto, la gente de Tigre armó su propia fiesta por la victoria conseguida con un gol de penal convertido por Matías Giménez a los 42 minutos del primer tiempo.

El local terminó el partido en inferioridad numérica por la expulsión del ingresado Leandro Scornaienchi cuando transcurrían los 38m. del complemento.

La violenta atmósfera que rodeó al partido atentó contra el normal desarrollo del juego y Tigre justificó su victoria a partir de su mayor ambición y presencia en la mitad de la cancha.

Chacarita defraudó con el funcionamiento apagado de sus individualidades y un esquema demasiado conservador (sólo un delantero).

Últimas Noticias