Sólo resta que los organismos de seguridad determinen mañana a que hora se reanuadará el jueves el choque entre Boca Juniors y River Plate. El juego este domingo estaba 0-0 cuando fue suspendido por el árbitro Héctor Baldassi a los 8 minutos, debido a las condiciones en que se hallaba el terreno como consecuencia de una lluvia persistente.
Boca y River, sin margen de error
Ganar sí o sí es el único objetivo que tendrán Boca Juniors y River Plate cuando se enfrenten el domingo en el clásico del fútbol argentino, que luce devaluado por la mala campaña de ambos equipos en el torneo Clausura que lidera Independiente.
El partido, que tendrá a casi 1.000 policías desplegados en un celoso operativo de seguridad en las calles aledañas y dentro del estadio la "Bombonera", será vital para las aspiraciones de los eternos rivales.
Boca, que lleva siete partidos sin ganar, tendrá varios motivos para tratar de impedir que River logre su primera victoria en cuatro años en la "Bombonera".
Las divisiones en el plantel y una lucha política en su dirigencia pusieron a Boca en una situación límite que se vio reflejada el último partido, cuando perdió 3-0 ante Tigre y quedó en la penúltima posición con apenas ocho puntos.
En la vereda de enfrente, River llegará con más pretensiones después de tomar un poco de aire fresco al vencer 2-0 a Huracán y quedar undécimo en la tabla.
"Tanto yo como mis compañeros queremos ganar porque el superclásico es ideal para salir de este momento", dijo a periodistas el delantero Nicolás Gaitán, una de las juveniles promesas de Boca.
"Tenemos que ganar sí o sí, es lo único en lo que pensamos y si lo hacemos jugando bien mejor", destacó desde River el mediocampista paraguayo Rodrigo Rojas, quien desdoblará su función en la marca en zona de Juan Román Riquelme y la creación junto a Marcelo Gallardo.
Mientras los dos juveniles sueñan con la victoria, los técnicos, Abel Alves de Boca y Leonardo Astrada de River, juegan su partido en el pizarrón.
La idea de Alves, cuestionado por los malos resultados del equipo, es realizar cuatro cambios para tratar de revertir la situación.
En la defensa, que con 18 tantos es la más goleada del torneo, Alves decidió el retorno por derecha del veterano Hugo Ibarra y del zaguero Matías Muñoz para acompañar al brasileño Luiz Alberto y al lateral izquierdo paraguayo Claudio Morel Rodríguez.
El ingreso de Ibarra obligó al técnico a mover a la franja central derecha al chileno Gary Medel, quien no ha tenido su mejor rendimiento en esa posición.
En el medio, Alves colocará a Jesús Méndez, centrocampista nacido en River, al tiempo que sorprendió al decidir el ingreso del mediocampista Matías Giménez, quien desde su llegada de Tigre a principios de año no jugó ningún partido de titular.
Astrada, que dirigió al equipo de River que ganó en el 2004 en la cancha de Boca, solamente decidió el ingreso del defensor Gustavo Cabral en defensa y del veterano mediocampista Matías Almeyda, quien vuelve al equipo después de cumplir una suspensión.
Ambos técnicos mantendrán a sus hombres de ataque.
En Boca estarán Gaitán y el temible goleador Martín Palermo, y en River se repetirá la fórmula Rogelio Funes Mori y Gustavo Canales.
El partido, que será dirigido por el árbitro Héctor Baldassi, parece incierto en lo futbolístico pero promete la emoción que en cada versión le dan los simpatizantes de ambos clubes.
