Sobre la legitimad o no de la deuda externa señaló que, antes que nada, “la deudas no se honran, se pagan si se deben y sino se deben se las cuestionan” pero dijo que lo que se realizó sistemáticamente fue pagar sin saber lo que pagábamos, “al punto tal que el ex ministro (Domingo) Cavallo en 1993 cuando se hace el Plan Brady recurre a los registros de los acreedores pero la Argentina, según un informe confidencial de Presidencia, “no tenía registro de la deuda”.
“Se habla que hay que pagar, pero no se habla que hay qué cuestionar”, fustigó Gaona Olmos y señaló, en montos, que cuando asumió la última dictadura militar la deuda era de 7.800 millones de dólares, con Raúl Alfonsín pasó a 63 mil millones, con Carlos Menem subió a 150 mil millones que con (Fernando) De La Rua se disparó a 191 mil millones, “después con la restructuración que hizo (Néstor) Kirchner bajó, pero ahora ha vuelto a crecer”. “Con este sistema la deuda siempre se paga y siempre se debe”.
“Casi la mitad de la deuda pública de hoy es deuda externa privada estatizada en 1982 que fue perfeccionada por Alfonsín en 1985, y que hoy pagamos todos los argentinos”. “Estamos pagando deudas de las empresas de Macri, de Fiat-Sevel, de Renault Argentina, de Papel Prensa, de todas aquellas empresas que dicen que les interesa el país pero lo viven defraudando”.
Sobre la acusación que se le hace desde diversos sectores Adolfo Rodríguez Saa de haber anunciado la suspensión del pago de la deuda en 2002, Gaona marcó que “hay un equívoco, porque si uno lee el discurso de Saa lo que hizo el fue suspender el pago para después revisarla sujeta a una auditoria a través del Congreso de la Nación, no era simplemente no pago, porque no quiero”.
Con respecto al Fondo de Desendeudamiento, antes bautizado del Bicentenario que significó el desplazamiento de Martín Redrado del Banco Central, dijo que es para pagar los intereses de la deuda con reservas, “la plata que se asignó en el presupuesto de 26 mil millones es para pagar la política clientelar de Cristina Kirchner y su marido, “esto es un acto francamente demencial”, calificó Olmos Gaona.
El historiador, que fue miembro de la auditoria que analizó la deuda externa del Ecuador explicó que el proceso era idéntico al de la Argentina, “el mismo nivel de delincuencialidad, de actos ilegales, irregulares y fraudulentos, pero con una diferencia: El presidente del Ecuador, Rafael Correa, enfrentó a los acreedores, ordenó el procesamiento de ministros y de ex presidentes, es decir, se enjuició a los responsables mientras que nosotros no lo hacemos y seguimos pagando”.
Luis Viviant
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