Cada uno de los seis juzgados cuenta con un secretario, un empleado y un ordenanza, que comparten cada dos tribunales, para resolver las cerca de 50 mil causas que ingresaron al fuero entre junio de 2007 y diciembre de 2008, a un promedio de 7.900 expedientes por juzgado.
"La falta de personal, de la que no encontramos antecedentes en la justicia federal), está produciendo una demora de meses en la tramitación y despacho de las causas", manifestaron los jueces en la presentación a la que accedió DyN.
Los jueces fiscales y tributarios son los que se encargan de ejecutar los impuestos federales, como IVA, Ganancias o Bienes Personales por falta de pago, y cuyo cobro reclama la AFIP ante ese fuero.
En la nota, los magistrados también señalaron que el edificio en el que funcionan, en Defensa 135 de esta capital, prestado por la AFIP, ya no cuenta con espacio para atender al público y guardar los expedientes que ingresan.
Los jueces Carlos Folco, Carlos Faggi, Rita Garese, Fernando Sanz De Urquiza, Elías Tapia y Guillermo Galli calificaron la situación como "muy crítica", de "colapso" e "insostenible", lo que "hace imposible continuar cumpliendo con los requerimientos mínimos de administración y atención de los expedientes sorteados".
Los magistrados le pidieron a la Cámara que gestione la designación de por lo menos un secretario y un empleado más para cada juzgado y tres ordenanzas más, y que le pida a la Corte y al Consejo que se agilice la entrega del nuevo edificio.
Los jueces recodaron que desde 2007 han presentado "más de 25 informes y pedidos efectuados a diferentes órganos", como la Cámara en lo Contencioso, la Corte Suprema y el Consejo, en reclamo por la situación.
El fuero fue creado en agosto de 2000 pero recién comenzó a funcionar en marzo de 2006, cuando se consiguió el actual inmueble para funcionar de manera provisoria, por lo que la Cámara en lo Contencioso redujo el universo de causas en las que los jueces iban a intervenir.
Pero en junio de 2007 los jueces de ejecuciones fiscales y tributarias asumieron la competencia plena sin recibir más personal y el nuevo inmueble, que derivó en el colapso de demandas que denuncian y por el que buscan una solución.
