En el continente africano la situación es precaria, ya que el 62 por ciento de africanos no acceden a éste servicio por lo que les hace imposible evitar el contacto con excrementos humanos.
Los expertos estiman que para esa fecha habrá aún 2.100 millones de personas sin baños. "Con el ritmo actual, el África negra no alcanzará la meta hasta el año 2076", detalla el documento.
En Argentina, el acceso al agua potable es escaso, los usuarios consumen más de lo recomendado, las inversiones para expandir las redes de agua son mínimas y algunas actividades productivas tienden a contaminar el vital recurso.
Según el último censo nacional, 7.760.803 habitantes (21,60 por ciento) no tienen acceso al agua potable y 20.654.920 personas (57,50 por ciento) no tienen servicio de cloacas.
En el caso de la provincia de Catamarca unas 80.000 personas no tienen agua potable en sus viviendas, y uno de los motivos es por excesiva salinidad y para abastecerse se ve obligada a tomar medidas extremas para obtener el agua diaria: desde caminar a ríos y arroyos ubicados a varios kilómetros de sus casas, hasta recolectar el agua de lluvia y la "humedad ambiente" mediante dispositivos de condensación, como sucede en zonas pobres del este catamarqueño. La situación se agrava en la provincia de la Rioja donde la falta de agua la convirtió más seca del país.
El panorama, con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra el próximo sábado 28, es desalentador si se tiene en cuenta que entre los objetivos del milenio que jefes de Estado y de gobierno se fijaron en el año 2000, figura que aquella parte de la humanidad que no tiene acceso a servicios sanitarios básicos se reduzca a la mitad en 2015.
Hoy 31 países, habitados por menos del 8 por ciento de la población mundial, se ven frente a déficit crónicos de agua dulce. Entre los países que probablemente se verán afectados por la escasez de agua en los próximos 25 años están Etiopía, India, Kenya, Nigeria y Perú. Partes de otros países grandes, como China, ya encaran problemas hídricos crónicos.
Pero para el año 2025 se prevé que 48 países enfrentarán este déficit, que afectarán a más de 2.800 millones de habitantes, un 35 por ciento de la población mundial proyectada.
Luis Viviant
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