La policía, alertada por vecinos del frigorífico, llegó rápidamente y frustró la fuga de los delincuentes que durante varios minutos tomaron de rehenes a ocho operarios.
Poco después, los ladrones, luego de atacar a balazos a los policías, escaparon por el fondo del edificio y se refugiaron en casas linderas donde fueron detenidos.
Los asaltantes fueron llevados a la comisaría segunda de Tigre, donde se comprobó que contaban con antecedentes delictivos, y que uno de ellos estaba armado con un revolver Mágnum 3.57, arma considerada de guerra.