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Justicia y política: el delicado balance entre dos poderes

Disertaron el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, el constitucionalista y escritor, Roberto Gargarella en la presentación del libro La política desde la justicia: cortes supremas, gobierno y democracia en Argentina y México, de Karina Ansolabehere, en la que ofrece debatir cómo dos poderes centrales de la república se miran entre sí.
La política desde la justicia fue la propuesta que se planteó para la presentación del libro La política desde la justicia: cortes supremas, gobierno y democracia en Argentina y México, de Karina Ansolabehere, en el que expone e instala sobre la mesa una invitación en la que ofrece debatir cómo dos poderes centrales de la república se miran entre sí, pero ésta vez desde la mirada judicial.

Con la presencia de uno de los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, el constitucionalista y escritor, Roberto Gargarella y como moderador de la mesa el periodista, Miguel Bonasso, los exponentes analizaron en base al libro de Ansolabehere los diversos contextos en el que se establecen las relaciones entre la política y justicia en los países estudiados.

El libro, basado en una tesis, señala que la Corta Argentina y Mexicana se diferencian en que la última tiene un rol activo de intervenir en los asuntos políticos, mientras que aquí rehuye de ese papel porque busca “no mirar para no ser mirada”.

Gargarella señaló que la publicación ayuda a pensar sobre la justicia y a tener una mirada mucha más amplia a la centrada y cerrada de los abogados, que es “aburrida, pretenciosa y basada en lenguajes y citas especificas, perjudicando el diálogo con la comunidad”.

El abogado, sostuvo que las Cortes Supremas se mueven a prevés de diversos campos que están en los factores personales e ideológicos, “es decir en las diversas estructuras que rodean al el órgano máximo de justicia de un país. Y agregó que este comportamiento es la que tiene la actual Corte”

Asimismo, dijo que la justicia y la política van de la mano en lo bueno y lo malo e hizo una breve referencia a los hecho ocurridos la semana pasada en la provincia de Neuquen, donde falleció el maestro Carlos Fuentealba, sustentando que en los conflictos también hay justicia y política, siendo ambos responsables por acción u omisión de los acontecimientos que ocurran.

La publicación, que se presentó en la biblioteca porteña Ricardo Guiraledes (Talcahuano 1261), está dividido en cuatro capítulos donde ofrece un análisis comparativo entre la justicia Mexicana y Argentina en cuanto al control del poder Ejecutivo, la construcción de la independencia judicial y el análisis de fallos de ambas Cortes.

Por su parte, Zaffaroni dijo que desde la comunidad política y sociológica se le ha dado escasa importancia a la justicia, por lo que le dio la bienvenida a éste libro porque ofrece una visión más dinámica de la justicia.

También marcó que actualmente hay un fenómeno judicial a nivel mundial que consiste en que los espacios de decisión de la política se han reducido, “debido a que lo conflictos que no tienen un solución satisfactoria desde el poder político le pasa los problemas al poder judicial, produciéndose una judicialización de la política”.

En cuento a la comparación entre las cortes expresó que la mexicana tiene más poder que la argentina porque al momento del inicio de un proceso la comunidad recurre a un juez federal y no provincial. Esto aquí no sucede.

“Un poder judicial que concentra el poder en la cúpula tiende a verticalizar su estructura, sino que debe ser horizontal, como ocurre en México. Este es un ideal que espero que sea una vivencia real en el tiempo”, subrayó el integrante de la Corte.

Finalizó expresando: “Los problemas de la justicia involucra a la política, porque sus decisiones son políticas. Si se ignora esto no se comprende la real dimensión de la justicia”.

Tras la exposición de los concurrentes, la autora del libro, Karina Ansolabehere dijo que lo que debe prevalecer son las instituciones y no los hombres que la integran, pero sí éstos deben conservarlas porque son fundamentales para el desarrollo de un Estado.

Luis Viviant
luisv@elcomercioonline.com.ar

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