La Resolución sancionada tiene en cuenta que en el día de hoy se cumplen treinta años de la desaparición de estudiantes del Colegio Nacional y, según relatos testimoniales del CELS-( Centro de estudios legales y sociales), “el 18/10/76, personas quienes se identificaron ante la rectora del Colegio nacional como pertenecientes a Fuerzas de Seguridad- aseveración que aquella comprobó mediante distintas llamadas telefónicas que le fueron proporcionadas, le preguntaron sobre antecedentes de alumnos del Colegio, entre ellos María y Leonora Zimmerman. Las visitas se repitieron durante la semana, y en su transcurso los hombres interrogaron a algunos alumnos sobre la “toma del Colegio en 1973.
Uno de los interrogados fue Eduardo Muñiz. Advertidos los padres por sus hijos de éstos interrogatorios, se presentaron ante autoridades para aclarar la situación: se les aseguró que nada había contra los jóvenes. Éstos siguieron concurriendo normalmente al Colegio y viviendo en sus respectivos domicilios, lugares donde, precisamente, fueron detenidos en la madrugada del 23 de Octubre de 1976.El primero fue Eduardo Muñiz, luego las hermanitas Zimmerman y pocos minutos después, Pablo Fernández Meijide, alumno de 4to. Año, en 1975. Cuando este último- ya detenido- era descendido por sus captores en el ascensor de la casa de sus padres, aquellos le preguntaron, en presencia del portero, quien asi lo declaró en sede judicial, “porque cambiaste de Colegio?”. Con pocas horas de diferencia, el mismo grupo, presuntamente, allanó el domicilio de Leticia Veraldi de 16 años, que había asistido al Nacional de Vicente López hasta los primeros meses de 1976.
La joven, que no estaba en su casa, fue detenida en oportunidad posterior y permanece desaparecida al igual que sus ex –condiscípulos.
Cada uno de nuestros hogares se siente mutilado; hay una o mas ausencias que nadie ni nada podrá reemplazar jamás. Vacíos que dejan estos chicos que estudiaban o trabajaban-o ambas cosas- sin ocultar si identidad ni sus movimientos. Siempre tenemos, dolorosamente, presentes sus rostros asustados; fueron, en muchos casos arrancados de sus lechos, a altas horas de la madrugada, ante el estupor de sus padres reducidos a la impotencia de no poder defender la seguridad de su hogar. Que pasó con ellos?”.(preguntaron los padres ante la Junta Militar).
La Resolución considera, finalmente, que, el holocausto de éstos y todos los adolescentes no caerá en el olvido si la sociedad acompaña con su memoria y acción constantes y que, somos concientes de que, hasta tanto no se esclarezca que pasó con ellos, no podremos recuperar la confianza en la legalidad; el día será cuando la desaparición de cada uno de estos jóvenes haya sido esclarecida y sus responsables sometidos a los Jueces de la Constitución Nacional.
