En un escenario donde la incertidumbre sanitaria, económica y social, producto de la pandemia, tiene una incidencia directa en el valor de los alquileres, los inquilinos terminan absorbiendo la mayor parte del impacto. Pese a la Ley sancionada hace un año, el valor para alquilar un techo digno sigue en alza, en un mercado donde la oferta es cada vez más estrecha.