CAME alerta por el cierre de empresas y responsabiliza al consumo estancado y a las importaciones
El presidente de CAME, Ricardo Diab, alertó por un crecimiento en los cierres de empresas y señaló como factores principales la caída del consumo interno, la falta de competitividad frente a productos importados y la elevada carga impositiva.
El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Ricardo Diab, advirtió por un incremento en el cierre de empresas en Argentina, impulsado por la baja del consumo, la apertura de importaciones y la elevada carga impositiva. En declaraciones a Radio Rivadavia, mencionó casos recientes como el cierre de Whirlpool, que dejó 220 trabajadores sin empleo, y el de la láctea La Suipachense, a los que calificó como empresas “significativas” dentro del entramado productivo.
Según explicó, la caída del consumo es uno de los factores centrales que afecta a la actividad industrial y comercial. “La baja en el consumo hace que el comercio en sí mismo no demande a la industria producto por este mismo motivo”, señaló. Desde CAME propusieron mecanismos para impulsar las ventas, entre ellos planes de cuotas extensas que en su momento permitieron “estirar el salario”. Sin embargo, Diab expresó que la iniciativa no prosperó porque “el Estado no interviene en las cuestiones de los privados”, y agregó: “Si los bancos no acceden, no aceptan o las plataformas de tarjeta, es muy difícil llevarlo a cabo”.
A este escenario se suma la apertura de importaciones. “Muchas empresas ven que no son competitivas con respecto a productos que vienen fundamentalmente de China”, afirmó. Indicó que incluso el sector alimenticio, históricamente robusto, muestra un incremento de artículos importados que compiten directamente con los nacionales. Aunque consideró que el comercio internacional es imprescindible para el desarrollo tecnológico y productivo, reconoció que ciertos rubros locales no logran competir, lo que “lleva al cierre”. Según describió, la tendencia es creciente al punto que empresarios que no contemplaban importar ahora evalúan hacerlo.
Diab también destacó la presión impositiva como un elemento que limita la competitividad. “Si sabemos que automáticamente cualquiera de nuestros productos tiene un 50% de impuesto, ya partimos de una situación impositiva muy difícil de resolver”, sostuvo, comparando el panorama local con otros países que aplican cargas menores o poseen estructuras productivas distintas.
Respecto al empleo, el dirigente manifestó que “en línea genérica, no hay actividad que esté demandando empleo”. Aunque consideró necesaria una adecuación de la legislación laboral, remarcó que no será suficiente “si no hay demanda productiva”. Describió el panorama como un “círculo negativo”, en el que los salarios son bajos por la falta de consumo y las empresas, especialmente las PyMEs, no están en condiciones de mejorarlos por su escasa rentabilidad y el contexto económico. “Estamos inmersos casi en un círculo negativo donde los mismos que declamamos no lo podemos llevar a cabo fácilmente”, afirmó.
Por último, señaló que, aunque mantienen diálogo con el Gobierno, la actual administración sostiene “una política macroeconómica y tiene como concepto la libertad”. Y concluyó: “El Estado hoy no interviene absolutamente en nada que tengan que ver los privados”.