Jugando mal en la mayoría del torneo, Boca ganó ocho partidos, algunos con finales milagrosos como el de Tigre o con la ayuda de errores arbitrales, como ante Belgrano. Perdió seis, mucho para un equipo con aspiraciones de ser campeón.
El golpe que le asestó All Boys fue contundente y no hubo margen para excusas, al punto que el entrenador Carlos Bianchi pidió "disculpas" y admitió, hablando en primera persona, que los jugadores y cuerpo técnico no estuvieron "a la altura" de lo que es Boca y los hinchas sí, con su constante aliento pese a que el equipo iba a una derrota inexorable.
Ahora Boca se quedará sin Riquelme, en un plantel en el que hubo 56 lesionados. Ya no podrá estar ante Lanús. Jugó poco más de once partidos de los 17, el resto estuvo ausente por lesión o enfermedad.
Ante el Granate volverá a estar Fernando Gago y Daniel "Cata" Díaz, dos incorporaciones que buscó Bianchi aunque el rédito fue menor. En el caso de Gago porque estuvo más lesionado que activo y Díaz, más allá de algún gol salvador, viene contribuyendo al pésimo rendimiento defensivo.