Desde el gobierno nacional, los funcionarios se mostraron preocupados en desmentir la existencia de "aumentos" tarifarios y justificaron las subas en el hecho de las "quitas" de los subsidios.
En Planificación se afirmó que "la nueva difusión de datos alertando sobre incrementos en las tarifas de luz y gas resulta una falsedad que tiene como único objetivo confundir a la opinión pública y crear un constante malestar, al presentarse como noticia una quita de subsidios que ya rigió con idénticas características durante el año pasado".
Sin embargo, en la práctica, ya sea por aumentos o por menores subsidios, los usuarios residenciales deberán hacer frente a una fuerte suba en las próximas facturas.
A través de un comunicado, el ministerio de Planificación señaló que "en reiteradas ocasiones el ministerio comunicó que desde noviembre de 2008 comenzó a aplicar una quita progresiva de subsidios para los usuarios de mayores consumos, siempre resguardando a sectores de la población sensibles como jubilados, desocupados y electrodependientes".
Esto último, se indicó, llevó a la elaboración de un padrón de excluidos tanto para el gas como para la electricidad.
"Estos subsidios se reponen en un 100 por ciento en junio y julio, y al 70 por ciento en agosto y septiembre", se indicó.
Planificación precisó que "la quita progresiva de subsidios, alcanza a los hogares que consumen más de 1.000 kilovatios bimestrales de electricidad (10 por ciento del total) y más de 1.500 metros cúbicos anuales en el caso del gas (15 por ciento del total) para la Capital Federal y Gran Buenos Aires".
"El resto de los hogares (5,8 millones en gas y 9,9 millones en electricidad), no sufren ninguna modificación porque reciben el 100 por ciento del subsidio durante todo el año", puntualizó el Ministerio.
La aplicación de subsidios sobre diversas tarifas se convirtió en una piedra angular de la política económica del kirchnerismo que obliga al Estado Nacional a destinar mulmillonarias sumas a diversos sectores.
No sólo las tarifas de la luz y del gas reciben subsidios sino también las del transporte de pasajeros y en algunos casos los combustibles y el peaje en el caso del transporte aéreo y de carga.
Durante 2009 se destinaron unos 33.000 millones de pesos al pago de subidios.
