Los demandantes sostienen que la radiación les provocó diferentes tipos de cáncer, cefaleas y otros problemas de salud.
La abogada patrocinante, Olga Prieto, aseguró que la Comisión Chilena de Energía Nuclear, entidad estatal que controla ambos centros nucleares, nunca les advirtió "del riesgo que corrían ni de que la manifestación que hasta el momento se ha dado, es precisamente de contaminación nuclear".
Además de la indemnización económica, los ex soldados solicitan asistencia médica continua. (Télam).-