Los AIC comenzaron a regir en territorio bonaerense en diciembre de 2002 a través de una resolución de la entonces Dirección de Escuelas, en reemplazo del sistema punitivo de amonestaciones que estaba vigente desde 1958.
El titular de la cartera educativa formuló el anuncio al participar del primer encuentro de las comisiones evaluadoras de esos acuerdos, del que participaron más de 400 inspectores de nivel secundario y de las direcciones de gestión privada y de psicología de la provincia.
"Los acuerdos de convivencia me entusiasman porque la sanción es una sanción de política educativa y colectiva, que reemplaza a una sanción arbitraria, individual y que a veces se confundía con malas relaciones personales y con hechos persecutorios", dijo en referencia al sistema de amonestaciones.
Oporto calificó al nuevo tipo de evaluación de las conductas como "un avance enorme" y subrayó que "a ningún chico el Estado lo puede abandonar" en el proceso educativo, "porque la expulsión es la calle, es un lugar peor".
También consideró necesaria una mayor participación de la ciudadanía porque "cuanta más gente participa en la comunidad escolar, se cuida más a los chicos, a los bienes y a la institución".