El objetivo de la declaración de emergencia fue acelerar la construcción y refacción de cárceles y alcaidías y optimizar los recursos humanos.
Esa optimización incluyó el desplazamiento de unos 250 penitenciarios desde la entrada en vigencia de la emergencia.
Por otra parte, el gobierno bonaerense implementó una serie de medidas para evitar revueltas de fin de año en cárceles bonaerenses, que incluyen un refuerzo de las guardias, la extensión del horario de visitas de familiares y mayores actividades de los presos fuera de sus calabozos.
La posibilidad de que se registren revueltas y motines de fin de año en penales bonaerenses siempre está latente, por las fechas claves que encuentran al preso alejado de sus familias y por el inicio de la feria judicial que frena los procesos judiciales en marcha.
Ante esta situación, el Servicio Penitenciario bonaerense dispuso una serie de medidas preventivas que incluye el incremento de las guardias y la afectación de francos del personal penitenciario.
El titular el SPB, Fernando Díaz, en declaraciones que publica el matutino platense Hoy, confirmó que "las medidas son las de todos los años, aunque en este caso las estamos profundizando".
El servicio penitenciario resolvió extender los horarios de las visitas familiares y de amigos y la disminución del tiempo que el preso pasa encerrado en sus celdas, para lo cual se promueven los cursos educativos y de prácticas manuales.
Otra medida preventiva es el armado de canastas navideñas para consumo del preso o para obsequio a sus familiares y la entrega de tarjetas de telefonía. (Télam)
