Decenas de familiares se apostaron a las puertas del penal Topo Chico y bloquearon el acceso a la cárcel. Muchos gritaban pidiendo información sobre los reos y lanzaban piedras en señal de desesperación.
El gobernador les pidió permitir la salida de los cadáveres “para poder identificarlos”.
El mortal incidente se registró un día antes de que el papa Francisco inicie una visita de cinco días a México, durante la cual visitará una cárcel en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.
El infierno en el penal se desató por “una disputa entre los grupos liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, alias “El credo” y Juan Pedro Zaldívar Farías alias “El Z-27”, dijo el gobernador.
Zaldívar es un miembro del grupo criminal conocido como Los Zetas, que se ha enfrentando con el Cartel del Golfo durante años en Nuevo León.
En una entrevista con Radio Imagen, Rodríguez precisó que dos grupos rivales se disputaban “el control del penal”, el más viejo de Nuevo León, que padece una sobrepoblación de 100% por encima de su capacidad.
En total, la cárcel alberga a 3.800 reos.
Uno de los dos líderes de dichos grupos había sido trasladado apenas hace dos meses desde una prisión de Reynosa, Tamaulipas, uno de los bastiones del cartel de Los Zetas, al penal de Topo Chico.
En la “batalla campal”, que duró unos 30 minutos, se usaron “armas punzocortantes, bates y palos (...) no hubo armas de fuego, al menos, es la información que tenemos ahorita”, dijo Rodríguez.
“Durante el enfrentamiento varios reos prendieron fuego a las
bodegas de víveres”, añadió.
El gobernador destacó que Topo Chico “es un penal que tiene un control muy complicado (...) son herencias de muchos años, (producto) de una desatención muy fuerte del sistema penitenciario”.
Tras el motín, elementos del Ejército, la Marina Armada y la Policía federal pasaron a custodiar las instalaciones este jueves.
Alrededor de 20 reos fueron sacados del penal en un camión escoltado por 15 patrullas a cárceles fuera del estado, dijo a la AFP un funcionario bajo anonimato.
El presidente Enrique Peña Nieto ofreció sus condolencias a los familiares y deseó la recuperación de los heridos.