Por su parte, el abogado de la querella, Andrés Bonicalzi, adelantó que las pruebas contra Fernández “son muchas” y puso de ejemplo que “el examen genital a la víctima arroja lesiones y en el hisopado se encontró material que coincide con el perfil genético” del acusado.
El Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro reinició esta mañana el juicio al remisero tras haberlo suspendido el 8 de julio, porque el acusado se encontraba prófugo.
La semana pasada, hubo una audiencia breve en la que se aceptó el pedido de la defensa para la realización de una pericia psicológica al imputado, por lo que se fijó fecha de reinicio para hoy.
El hecho ocurrió la madrugada del 14 de julio de 2013 cuando María, entonces de 19 años, bajó de un colectivo que la transportó desde la Capital Federal y fue interceptada por el remís de Fernández mientras iba caminando hacia su casa en San Fernando.
“Bajó un señor con un arma y me dijo 'esto es un secuestro'. Me obligó a subir al coche y ahí empezó a inventar que él me está salvando, que me estaban siguiendo unos malandras y que me busca una red de trata. Yo le creí... y él me decía que no llorara”, relató la chica.
La joven contó que el hombre le tapó los ojos con una venda, la obligó a que le practicara sexo oral y luego la violó.
“Le pregunté si se iba a cuidar y me dijo que no iba a usar (preservativo) porque no tenía ninguna enfermedad”, confió la mujer.
La violación se prolongó durante 40 minutos y después el hombre dejó a la mujer en su casa, desde donde ella fue con su madre a realizar la denuncia a la comisaría.
María se quejó esta mañana de que Fernández no haya sido detenido de inmediato tras radicar la denuncia, lo cual posibilitó que él pasara un tiempo prófugo, y advirtió que “si se fugó fue porque la Justicia lo permitió”.
“Esta justicia termina garantizando más los derechos del violador que de la víctima”, protestó la joven y añadió: “Yo tengo un plazo para presentar pruebas y testimonios, pero él puede aparecer con pruebas y testimonios cuando quiera y son aceptadas”. En julio pasado, cuando el acusado estaba prófugo, María llegó a reclamar públicamente “a la Presidenta (Cristina Fernández) o a los funcionarios que pidan una recompensa y que se lo busque, porque hay un montón de chicas que les puede pasar lo mismo”.
