Además, el presidente del PJ expresó que para haber evitado los rumores sobre su pertenencia al kirchnerismo y las críticas que surgieron dentro del oficialismo “tendría que haber explicado mejor algunas cosas”.
Luego de los rumores que lo ubicaban lejos del gobierno nacional para las próximas elecciones legislativas y las críticas del propio seno kirchnerista por su falta de definiciones políticas, Scioli se puso sobre su espalda la campaña de Insaurralde como cabeza de lista de diputados en la Provincia.
Al respecto, el gobernador señaló que “nunca” se dejó “llevar por rumores, ni conjeturas” porque siempre entendió “que el tiempo es el gran ordenador para poner las cosas en su lugar y definir quién es quién”.
Scioli expresó que hoy siente que tiene “la responsabilidad frente a la gente” que lo eligió en 2011 para que siga al frente de la Provincia “de decirle dónde está el voto constructivo”.
En tanto, explicó que antes no tenía claridad porque “no estaba en campaña”, pero remarcó que a una semana para las elecciones primarias tiene que decir “ésta es la lista del Gobierno, la que encabeza Martín Insaurralde” porque “los demás son lista opositora”.
“Yo tengo matices, pero eso no significa que me convierta en opositor al Gobierno”, señaló el mandatario provincial en diálogo con radio Mitre y agregó que dentro del kirchnerismo pueden convivir “diferentes sectores” políticos.
Además, sostuvo que tiene la posibilidad de “plantear sus diferencias” con el gobierno nacional y sentenció: “Que tenga matices no significa que me convierta en un opositor porque eso pasa en todas las familias”.
En el mismo orden, explicó que “tener diferencias no significa uno no pueda coincidir con las cuestiones de fondo que están haciendo avanzar el país”.
En una entrevista que publicó hoy el diario La Nación, Scioli dijo que ante las críticas que despertó dentro del kircherismo su falta de gestos políticos previos a la campaña “quizá tendría que haber explicado mejor algunas cosas”. “Si yo mañana atiendo a referentes de otras religiones, no significa que vaya a cambiar mi condición de cristiano”, sentenció y remarcó que aunque hace diez años acompaña al Gobierno “eso no significa que esté de acuerdo con todo”.
En cuanto a su deseo de suceder a la presidenta Cristina Fernández en 2015, el ex vicepresidente evitó ahondar en el tema, pero remarcó: “Ahora soy gobernador, en el futuro Dios dirá”.
