Entre los puntos relevantes señalados por Nisman se destacan el establecimiento de estaciones de inteligencia en Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Guyana, Surinam, Trinidad y Tobago, además de sus actividades en Argentina.
El documento sostiene que Mohsen Rabbani, el Agregado Cultural iraní en Buenos Aires al momento del atentado contra AMIA, era también quien coordinaba la infiltración a través de Sudamérica. Su agente en Guyana, Abdul Kadir, “ostentó los cargos de congresista y de alcalde, y fue luego sentenciado bajo cargos de conspiración en un plan para atacar el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York”.
Añade que el atentado contra la AMIA fue parte de un entramado mayor, dentro del cual se destacan las actividades de Rabbani más allá de Argentina, y en particular como coordinador para el terror en la región, y remarca el “papel central de las embajadas y los diplomáticos iraníes” en estas actividades y el alcance de la infiltración de Irán y Hezbollah en la región.
Los directivos del Centro Wiesenthal compartirán estas revelaciones con los 500 delegados que participan en el Foro Global contra el Antisemitismo que se está desarrollando en Jerusalem.