Los voceros explicaron que en el primer caso, ocurrido a las 6.30 de ayer, entraron al lugar cuatro hombres armados y encapuchados que redujeron al maestro panadero y pastelero y a sus cuatro ayudantes, que en ese momento estaban preparando las facturas para vender más tarde.
Tras dominar la situación, los maleantes maniataron y encerraron a las víctimas en un cuarto y robaron una caja en la que había unos 30 mil pesos destinados al pago de sueldos de los empleados.
Los ladrones robaron además la CPU donde quedaron grabadas las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad del local y finalmente escaparon en un auto que habían dejado estacionado en las inmediaciones.
Tras el hecho, los trabajadores lograron liberarse de las ataduras y denunciaron el hecho a la policía. Más tarde, y cuando los dueños del local todavía estaban realizando los trámites de rigor para culminar con la denuncia del asalto, cerca de las 15, dos delincuentes entraron al negocio y amenazaron con fines de robo a los empleados que estaban atendiendo al público.
Las fuentes indicaron que en una rápida maniobra los sujetos robaron unos 4 mil pesos de la recaudación y escaparon sin lastimar a nadie.
En las pesquisas de ambos casos intervino el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, quien analizaba las declaraciones de los empleados de la confitería y los testigos de los asaltos para localizar a los maleantes.