Bernardo Landívar, secretario de la Unidad de Gestión Municipal, explicó el inconveniente que comenzó hace 20 días: “Los vecinos estaban nerviosos porque los líquidos cloacales corrían por la calle debido a la rotura de una cañería impulsora, que es la encargada de bombearlos hacia el colector cloacal en Sarratea y Camino Real, que luego van a una planta de tratamiento”.
“Todo el sistema está funcionando correctamente, en estos momentos AySA está reconstruyendo el pavimento en la esquina Junín y Ravelo, donde se encuentra la cañería que ya fue reparada”, concluyó Landívar.