"Esto es el trabajo de mucho tiempo, de momentos difíciles", destacó el crack del Barcelona.
La figura del partido. Desapareció, pero volvió con el gol del campeonato en Sudáfrica
Había desaparecido por un buen rato del partido, afectado por el esquema inteligente que planteó Holanda, pero fue la chispa que encendió el fuego español desde mitad del segundo tiempo y coronó la noche con el gol del primer campeonato para España.
Parecía que la final iba a eclipsar el gran Mundial que tuvo, porque perdió participación en el juego desde la mitad del primer tiempo. Holanda le achicó los espacios, le escalonaron la marca exitosamente y se quedó sin recibir ni poder dar un pase como él sabe.
Pero en el segundo apareció con todo su fuego, moviéndose y volviéndose a asociar con Xavi, su compadre futbolero del Barcelona y también con la roja española.
Metió un pase monumental a Cesc Fabregas, pero se demoró y el arquero Maarten Stekelenburg le tapó el tiro.
Hizo echar a John Heitinga con una picardía que compró, como en gran parte de la noche, el árbitro Howard Webb, que le puso la segunda amarilla al zaguero. Iniesta acababa de hacer su gran jugada, porque liberó una zona en la que España no pudo pasar.
Y fue justamente Iniesta el que pasó. Esta vez fue al reves que en la jugada anterior, porque fue Fabregas el que metió el pase, rápido de reflejos Iniesta dejó enganchado a Joris Mathijsen y definió cruzado ante la salida de Stekelnburg, que hasta allí había abortado toda llegada española.
Y allí fue Iniesta con la camiseta azul como pañuelo para ser tapado por todos sus compañeros, incluidos los suplentes porque quedaban solo cuatro minutos y el título no se les podía escapar.
