Según el letrado, la semana pasada declaró "la madre de uno de los dos imputados", que lo identificamos como "A", y contó ante el tribunal que "el prófugo (Oscar Alberto) Pérez Graham en persona fue hasta su casa y la amenazó de muerte" para que su hijo no lo comprometiera en el debate.
Luego, declaró un vecino de la familia Urbani en cuya casa los delincuentes escondieron la escopeta con la que acababan de asesinar a Santiago y dijo a los jueces que también recibió amenazas de muerte.
Según Casanovas,"el testigo dijo haber recibido una nota de parte del otro acusado" en el debate, que llamamos 'B', y que la misma se la entregó un chico amigo del sospechoso.
Ante estas denuncias, los jueces Alberto Villante, Mirta Angélica Ravera Godoy y Silvia Noemí Chomiez, ordenaron extraer copia de estos testimonios para iniciar una causa penal al respecto, al tiempo que instaron a la policía a que garantice la seguridad de estos dos testigos.
En tanto, los peritos en dactilografía también declararon en el juicio y confirmaron que en distintas partes de las casa se hallaron huellas del acusado "B", que en audiencias previas ya había sido señalado como el autor material del crimen por Julia Rapazzini, la madre de Santiago, precisó Casanovas.
En la causa que instruyó el fiscal Andrés Zárate -quien también actúa en el debate-, hay un imputado mayor de edad detenido a la espera de ir a juicio.
Mientras que por el prófugo Pérez Graham se ofrece una recompensa de entre 10.000 y 70.000 pesos para aquellas personas que aporten datos sobre su paradero.
El hecho ventilado en el debate ocurrió el 10 de octubre de 2009, cuando Santiago Urbani (21) llegaba a su casa de la calle Liniers 1988 de Tigre y fue abordado por cuatro delincuentes.
Según la causa, la víctima fue ejecutada de un escopetazo en la cabeza por uno de los adolescentes que comenzaron a ser juzgados, cuando lo tenían retenido en la habitación de su hermana.
Los delincuentes escaparon con el auto de la víctima con los objetos robados de la vivienda.
