Según los informantes, cuando el chofer se aproximó a los pasajeros que aparentaban estar dormidos, fue sorprendido por uno de ellos, armado con un revólver.
Los delincuentes, con la situación bajo control, obligaron al chofer a conducir el colectivo hasta un lugar oscuro, donde le propinaron una golpiza y luego de robarle sus pertencias, al no poder violentar la alcancía de la máquina expendedora de boletos, lo forzaron a poner la mano derecha sobre la máquina y con un hacha le cortaron el dedo índice, para después darse a la fuga.
La víctima, pese a la gravedad de la herida sufrida, bajó del colectivo y pidió ayuda en una casa próxima, cuyos habitantes dieron aviso a la policía.
Verón fue trasladado al Hospital de Escobar y horas después fue trasladado por su ART a una clínica privada de Vicente López, donde este mediodía continuaba internado y sedado.
Compañeros de la víctima resolvieron parar en reclamo de seguridad y a medida que iban llegando a la terminal, perteneciente a la empresa MONSA, se concentraron frente a la entrada, medida a la que se sumaron choferes de las líneas de colectivos 430, 503 y 228.
Los indignados colectiveros, a media mañana, se trasladaron hasta la municipalidad local, ubicada en la calle José Manuel Estrada 599, y como no fueron recibidos por el intendente Sandro Guzmán, resolvieron copar el edificio comunal.
Alrededor de las 11, durante una asamblea de la que participaron unos 300 choferes, decidieron entregar un petitorio al secretario de Gobierno comunal, Roberto Palau, y al presidente del Concejo Deliberante, Emilio Miranda, y amenazaron con cortar el tránsito en ruta Panamericana, hasta contar con una respuesta a lo solicitado.
Asimismo, un grupo de choferes de la misma línea manifestaron su reclamo frente al Congreso, haciendo circular un centenar de unidades y entorpeciendo el tránsito de la zona céntrica de la Capital.
Los colectiveros, durante la asamblea, pidieron que se hiciera presente en el lugar el gobernador Daniel Scioli y exigieron también la presencia de algún represente de su gremio, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) "para buscar, juntos, una solución que permita destrabar el conflicto". El delegado Miguel Sotelo sostuvo ante los medios de prensa que "no se aguanta más esta situación de inseguridad, salís de tu casa y no sabés cómo regresas, si regresás. Esto te da mucha impotencia y los ladrones cada vez son más chicos, los de hoy tenían entre 15 y 18 años".
"Lo que nosotros queremos es seguridad, nada mas que eso, y que podamos trabajar tranquilos, sin temor a que pasen cosas como las de hoy", enfatizó el gremialista.
Los colectiveros, mientras sus delegados mantenían una reunión en el Concejo Deliberante local, cortaron el acceso a Escobar por Panamericana, al que solo se podía acceder por Avenida de los Inmigrantes.
