La iniciativa oficial incluiría una estimación de crecimiento del orden del tres por ciento, una inflación anual de alrededor del siete por ciento y ubicaría la dólar en un valor de 4,20 pesos entre los principales supuestos macroeconómicos del "Mensaje" que precede al proyecto de ley propiamente dicho.
El superávit primario calculado -es decir la diferencia entre gastos e ingresos, sin computar los pagos al exterior- sería del orden 1,5 por ciento del PBI.
En materia de comercio exterior, se espera un aumento tanto de las exportaciones como de las importaciones, aunque en un nivel disímil, que reduciría el saldo favorable de la balanza comercial.
En ese sentido se prevé un incremento del 10 por ciento en los valores de los productos vendidos al exterior y una suba del 20 por ciento de las compras efectuadas a otros países.
En cuanto al consumo interno -considerado por el Gobierno como el motor del crecimiento económico- se estima un aumento del orden del cuatro por ciento.
El proyecto de presupuesto también prevé un alza del 10 por ciento en materia de inversiones, de acuerdo con lo comentado por fuentes de la cartera económica.
Las proyecciones para el año que viene marcan pautas menos optimistas que en años anteriores, tal como lo había anticipado Boudou.
Al respecto, el titular del Palacio de Hacienda había asegurado en los últimos días que "la Argentina está bien preparada para volver a crecer", aunque aclaró que "no pensemos que va a llegar a tasas chinas, sino que va a ser un proceso de crecimiento sustentable".
