Se trata de comercios dedicados a la venta y desguace de autopartes usadas que no se encuentran inscriptos en el Registro Único de Desarmaderos y Actividades Conexas (RUDAC).
"Hay que terminar con esa idea de que el Estado es tonto y los funcionarios públicos miran para otro lado: estamos comprometidos con que el Estado tenga la inteligencia tecnológica y la fuerza legal suficiente para dar soluciones que la gente espera hace mucho tiempo", afirmó el director ejecutivo de ARBA, Santiago Montoya.
Los agentes inspeccionaron los locales y constataron la existencia de variadas irregularidades en la presentación de declaraciones juradas, como así también faltantes de comprobantes de pago.
Se encontró que tres de los comercios figuraban como no inscriptos y que dos estaban inscriptos, pero desarrollaban su actividad de manera ilegal.
Durante los procedimientos, se controlaron los talonarios de facturas, libros contables y se halló el importante volumen de mercaderías que no contaba con su documentación respaldatoria.
En todos los casos, los agentes de ARBA, acompañados por la Policía de la Provincia, procedieron a conformar el inventario y recabar datos de interés del fisco.
Los agentes de Seguridad, al mismo tiempo, secuestraron 7.000 repuestos de origen sospechoso.