El hecho se inició a las 5.20, cuando tres jóvenes de alrededor de 20 años ingresaron al domicilio de la familia García Lanza, situado en las calles Los Olivos y Monroe, en Boulogne, partido de San Isidro, a través de una de las ventanas de un baño.
Los asaltantes sorprendieron a Facundo García Lanza, hermano de la víctima que se encontraba conectado a Internet en una habitación.
Uno de los ladrones, armado con un cuchillo, se quedó con el joven, mientras los cómplices se separaron por otras partes de la casa.
Otro de los asaltantes, que portaba una carabina, sorprendió en otra habitación a Jerónimo, quien se trabó en lucha con él.
Según fuentes policiales, al escuchar la pelea, el que custodiaba a Facundo fue hasta la habitación y le aplicó a Jerónimo un puntazo en la zona del hígado, mientras su cómplice efectuó un disparo que impactó en un vidrio, tras lo cual escaparon de la vivienda por una puerta-balcón sin consumar el robo. El padre de la víctima y un hermano, Santiago, también se encontraban en la vivienda pero no intervinieron, indicaron fuentes del caso.
Como consecuencia de las heridas Jerónimo García Lanza fue llevado al hospital de San Isidro donde fue sometido a una cirugía exploratoria para determinar el grado de gravedad de la lesión.
Antes de huir, los asaltantes abandonaron en el interior de la casa una carabina calibre 16, marca Centauro, con un cartucho servido, tarjetas personales y dinero que dejaron tirados en el jardín de la casa.
En declaraciones a Infobae, uno de los hermanos del herido, Santiago, quien también supo jugar en el SIC, señaló que "tenemos ya cinco denuncias en el mismo domicilio. La última fue hace un mes y sospechamos que es la misma gente" y se quejó porque la zona "es tierra de nadie".
Según indicó, la zona donde se encuentra la casa de su familia "está a tres cuadras de la Villa Jardín. Ahí se esconden y ya no los pueden agarrar. Hasta la Policía nos contó que si son menores, los largan en tres minutos".
"Pedimos a las autoridades que hagan algo en esa manzana. En diciembre hubo una junta vecinal en La Horqueta pidiendo más seguridad. Por lo que vemos no hicieron nada", expresó Santiago quien manifestó que a raíz de los robos "estamos pensando en mudarnos.
"Estamos podridos y puede que algún día nos maten. No puede ser, cada tanto entra alguien a la casa", concluyó.
